domingo, 16 de julio de 2017

Capítulo 73

-Mi amor, vení, sacame una foto arriba del dedo.-me dijo Pau intentando subir a uno de los dedos de la famosa mano de Punta del Este.-
-¿Podes?-pregunté riendo al ver que era la quinta vez que intentaba subir y se resbalaba.-
-No. Vos podes dejar de reírte y ayudarme.
-¿Por favor? Si como no.
-Dale bobo.
-Pareces una milanesa de tantas veces que caiste.
-Que gracioso, ¿no?
-Sí, re.
-Dale ayúdame.
-Pero yo no quiero llenarme de arena.
¿Para qué había dicho eso? Ahora la tenía tirándome arena cual nena chica.
-¿Cuántos años tenes?
-Dos. Dale ayúdame Pedro.
-No.
-¿No? Ok.-la vi alejarse e ir a donde estaba un chico, definitivamente quería guerra.-Paula, veni acá.-le dije con voz de enojado.-
-¿Y si no voy?
-La venganza va a ser larga y dolorosa.
-Yo voy pero ayúdame a subir.
-Sí, con tal de que no te acerques a ese tarado cualquier cosa.
-Ni lo conoces Pedro.-se rió.-No podes ser tan celoso.
-Vení dale.
La ayude a subir y le saque un par de fotos hasta que una le gustó. ¡Por fin! Grité para mis adentros, creo que mínimo había sacado veinte fotos.
-¿Vamos a la playa?
-Me hiciste sacarte mil fotos, ahora quiero una juntos. ¿Es mucho pedir?
-Mmm... por hoy ya terminó mi momento fotogénico.
-Dah Paula es una foto. Sería la primera foto siendo novios.
-Bueno, pero antes quiero un beso.
Nos sacamos la foto y luego nos encaminamos a la playa, a buscar algún lugar para quedarnos.
Pasamos la tarde ahí, metiéndonos al agua, disfrutando el uno del otro. No quería irme más de este lugar, definitivamente amaba estar de vacaciones con ella.
Ella me había salvado en parte, y se merecía algo lindo; partiendo de la base que la propuesta de noviazgo no había sido la mejor, ella se merecía algo mejor, lindo, delicado. Algo se me tenía que ocurrir para poder sorprenderla.
-¿Podemos comprar bolas de fraile?-me preguntó Pau.-
-Ay si, que ganas de comer, si tienen con dulce de leche mejor.
-Que gordo que sos.
-¿Yo? Mentira. No me injuries.
-Tenes más alma de gordo que yo a veces.
-Son solo ganas de comer eso amor.
-Bueno, llamó al vendedor entonces.
-Dale, toma.-le di plata de mi billetera.-
-Pago yo.
-Pagamos los dos.
-No.
-Sí.
Vino el señor y después de pelear un rato terminamos pagando los dos, pobre hombre, lo que se tuvo que bancar por nosotros, lo compadecía.
Comimos las bolas de fraile y estuvimos un ratito más ahí, para luego partir hacia el hotel, donde nos bañamos y fuimos al comedor del mismo a cenar.
¿El menú? Chivito, comida típica del país en el que estábamos.
-Estoy que exploto, no puede ser más rica la linda de acá.
-Tal cual, la verdad que con la comida no hay nada malo que decir, una cosa más rica que otra.
-¿Vas a comer postre?
-Mmm... no, ¿propones algo mejor?
-Quería ir a caminar a la playa un rato, ¿te va?
-Ay sí, re romántico.
-Bueno, llevemos esto y vamos.
Mientras me bañaba había pensado algo, y estaba decidido en llevar a cabo esa idea en la playa.

Espero les guste 

sábado, 15 de julio de 2017

Capítulo 72

-¿Qué?-preguntó sorprendida.-
-Sí queres ser mi novia.-dije con un poco de temor.
-¿En serio?
-Nunca hablé tan en serio en mi vida.
-Obvio que quiero. ¿Sabes hace cuánto espero esta pregunta?
-¿Decís que demore mucho?
-Y... un poco.
-Ah, ¿si?
-Sí.
-Veni para acá.-la acerque a mi de un tirón.-
-¿Qué pasa?
-Quiero darle un beso a mi novia, ¿no puedo?
-Sí podes.
-Ah, me parecía.
-Te amo.-me dijo entre risas.-
-¿Me lo repetís?
-¿Qué cosa?
-Dale, no te hagas.
-No se que queres que te repita.
-El te amo.
-Yo también te amo.-me besó y se rió.-
-Deja de reírte de mí.-me quejé.-
-¿Vamos a comer?
-No.
-Sí.
-No, quiero otra cosa ahora.-dijo besando mi cuello.-
-¿Qué queres?
-¿No se te ocurre nada?-me besó apasionadamente.-
-Lo que queres es mejor que una comida, y casualmente me acaban de venir ganas de lo mismo.
Nos empezamos a desvestir mutuamente y terminamos haciéndonos uno, como tanto deseábamos para sellar el nuevo “título” que tenía nuestra relación.
Luego de tan lindo momento juntos, Paula se recostó en mi pecho y nos dormimos un rato.
-Mi amor.. arriba dale que tenemos que ir a cenar.-dijo Paula besándome la espalda.-
-No quiero.-dije y me di vuelta para seguir durmiendo.-
-Dale Pepin.
-Quiero dormir.
-Que flojito resultaste ser.
-Yo no soy flojito.-la miré a los ojos.-
-Sabía que iba a servir para terminar de levantarte.
-Que feo jugar con mi orgullo.
-Tu orgullo sirve para hacerte reaccionar y que vayamos a comer, porque tu novia tiene hambre.
-Mi novia, ¿puede pedir servicio a la habitación y comer conmigo acá acostada conmigo?
-Podría ser, tendrías que convencerme, pero rápido, porque ya es tarde y se nos va el horario.
-Tenemos el mini bar.
-No hay nada ahí.
-Hay chocolates, nada mejor que acostarnos a mirar una peli comiendo chocolates.
-Deja de lado la ternura, mucha cursilería por hoy.
-Bueno, pedí comida entonces y la comemos acá.
-Ok, ¿algo en especial?
-Canelones con ensalada de tomate.
-Pido para los dos lo mismo.
-Dale.
Pau hizo el pedido desde la cama y volvió a recostarse en mi pecho.
-Pau.
-¿Que pasa mi amor?
-Vestite, ponete un buzo, no vas a atender así a nadie.
-¿Celoso?
-Sí. Solo yo te puedo ver así.
-Vos también vestite entonces.
-Antes necesito una ducha, ¿podrá ser compartida?
-Después de comer, me pongo una bata ahora para abrir.
Minutos pasaron donde lo único que hicimos fue hablar de cualquier cosa. Tocaron a la puerta y Pau después de ponerse la bata atendió, al fin había llegado la comida.
-Uy que pinta tiene esto.-dijo Pau cuando vio los canelones.-Tengo hambre.
-Comamos entonces, buen provecho mi amor.-la besé.-
-Gracias igualmente.
Cenamos los dos, y sinceramente que estaban para volver a comer.
-Fua, estaban riquísimos.-dije.-
-La verdad que sí, así da gusto comer canelones.
-¿Vamos a bañarnos?
-Sí, déjame agarrar ropa.
-No, vamos así, después de te vestís acá.
Sin dejarla agarrar ropa, la llevé en mis brazos al baño, no quería perder tiempo.
En la ducha volvimos a hacer el amor, disfrutaba mucho el estar con ella.

Espero que les guste.

domingo, 2 de julio de 2017

Capítulo 71

Ya íbamos cinco días en Punta, y para ser sincero, estaba pasando bien pero podría pasar mejor.
¿Por que esto? Porque últimamente nos vivíamos peleando con Paula por cualquier pavada, y sinceramente me estaba hartando un poco; todo era un problema, a todo le encontraba un pero.
Empezando por el tema de la valija, que gracias a Dios la habían encontrado, siguiendo por mis celos por su bikini, y así con varias cosas más.
Había un chaboncito que parecía estar atrás de Paula, minuto que Pau quedaba sola, minuto que el pibe aprovechaba, y Paula que no le ponía los puntos. Por otro lado, estaba el tema de la formalización, ella algunos días estaba re embalada, y me permitía todo, y otros me decía que no tenía derecho para quejarme ni celarla; quería terminar con todo este tema, aunque no sabía bien como hacer.
Nos encontrábamos en la playa,-un poco peleados, vale aclarar-cuando se me ocurrió una idea
-Mi amor.-le dije.-
-¿Que pasa Pepe?-me dijo mientras se ponía de frente para que el sol le diera en su parte delantera.-
-¿Salimos a cenar hoy?
-¿De nuevo? Últimamente salimos a cenar todos los días Pepito.
-¿Y?
-Hay que guardar plata.
-Dale eu, pago yo.
-No va en quién, sino que llevamos cuatros días acá y hace tres que salimos a cenar.
-Vinimos a disfrutar, que importa la plata.
-Vos decís así y hay un montón de gente que no tiene plata.
-Pau.
-¿Qué?-me dijo de mal modo, de verdad esto ya me estaba hartando.-
-Nada, deja. Seguí tomando sol mejor.
-Pedro.
-¿Qué?
-Decime, dale.
-No, ya está. Me voy al hotel, después hablamos.-tomé mi toallón, mis cosas y me fui, si seguía ahí seguiríamos peleando y sinceramente, no tenía ganas.-
La tardecita llegó y  Paula volvió al hotel.
-Al fin apareces.-le dije.-
-No jodas.
-¿Podes dejar de enojarte por todo? Madura un poco Paula.
-Habló el que se fue de la playa por no bancarse una opinión.
-Me tenes harto.
-Si tan harto te tengo ya sabes qué hacer.
-¿Irme?-la vi asentir-Lamento decirte que pienso quedarme las dos semanas acá, una lástima. 
-Sos un pendejo.
-Gracias, vos también y nadie te dice nada.
-¿Te das cuenta que lo único que hacemos hace días es pelear? Ya me cansé.
-Siempre fuimos así, no sé que te sorprendes.
-No sé si esto va a funcionar Pedro.
-Lo escuché mil veces eso, y seguimos acá.
-Y seguimos acá peleándonos todos los días, no le hace bien a ninguno de los dos.
-¿Me queres dejar?
-No diga pavadas, ¿queres?
-Yo no digo pavadas, digo lo que vos me das a entender.
-Si tanto queres que dejemos esto acá, lo dejamos.
-Ahora sos vos la que dice pavadas.
-Uff.. Basta, me cansé, de verdad.
-Pero decís que quiero dejar todo acá, cuando ¿sabes qué?
-¿Qué?
-Quiero formalizar esto.
-¿Qué me queres decir con eso?
-Paula.
-¿Qué?
-¿Queres ser mi novia?

Espero que les guste. Volví (?