miércoles, 1 de marzo de 2017

Capítulo 42

-¿Que pasó que Paula no vino?-me preguntó Matías.-
-Que se yo. No dormí con ella.-respondí.-
-Capaz habías hablado.
-No.-dije dejando mi mal humor a la vista.-
-Bueno, tranquilo, tampoco te pregunté si habías matado a alguien. ¿Por qué ese humor?
-¿Qué humor, boludo? Estoy normal. 
-Contale a tu cara. -Bromeó y me hizo reír.- Voy al baño. ¿Llamás a esta piba y le preguntás qué onda?
-No, yo no la voy a llamar. 
-¿Qué les pasó ahora? ¿No se van a llevar como dos personas civilizadas ni cinco minutos? -Se levantó de su asiento.-
-No pasó nada, no seas goma, no quiero joderla yo, nada más.
-Son cinco minutos, boludo, no puede faltar ella. 
-Que la llame Mica.
-A Mica no le quiso decir por qué y no quiere saber nada con el campamento. Si todos le insistimos, capaz que va.
-¿Y vos?
-Yo tengo que ir al baño, ya te dije.
Me levanté y fui al baño, no quería ser yo el que la llamara, ¿que les costaba a ellos?
-¿Y? ¿La llamaste?-me preguntó Micaela cuando volví.-
-No, y no la voy a llamar, llamen ustedes.
-Dale, no seas boludo. A nosotros no nos quiere decir nada.
-¿Que les hace pensar que a mí si?
-No sé, pero a vos nunca te dice que no. Dale, llámala, no puede faltar.
-Fua, son molestos.-me estaban ganando por cansancio.-
-¿La llamas entonces?
-Ya vengo.-terminé dando el brazo a torcer.-
Luego de varios intentos se digno a atenderme.
-Al fin.-le dije.-
-¿Que te pasa?
-Nada Paula, diez años para atender un teléfono.
-No estoy al pedo, te aviso. Si llamas por la reunión, no voy a ir, y al campamento menos.
-¿Se puede saber por qué?
-No, no se puede.
-¿Tu noviecito no te deja?
-Cállate ¿queres?
-¿Miento?
-Si, mentís. 
-¿Puedo ir a tu casa a hablar?
-No.
-Dale, no podemos seguir así. Por lo menos para arreglar las cosas, entiendo que estés feliz con tu novio.
-No tengo ganas Pedro.
-Por favor.
-No, ¿te cuesta mucho entender?
-Si no podemos hablar entonces anda al campamento.
-No intentes manipularme porque no voy a hacer ninguna de las dos cosas.
-Paula.-me quejé.-
-Mi última palabra es no.
-¿Tanto te cuesta?
-Si, muchísimo.
-No podes más de caprichosa y pendeja.
-Mira vos, me importa poco lo que digas.
-Dale, no seas infantil.
-Veni ya antes que me arrepienta.
-Gracias.-dije y luego corté.-Chicos, voy hasta lo de Paula a ver si la termino de convencer.-dije cuando llegué al salón.-
-Sabíamos que vos ibas a poder, rápido.

Capaz en un rato subo otro.. pero por las deudas, 5 comentarios (:

11 comentarios: