jueves, 23 de febrero de 2017

Capítulo 40

-¿Todo bien Pedro?-preguntó mi tío.-
-Ehh... si si, todo bien.
-Quedaste pálido, ¿qué pasó?
-No, nada.
-¿Traigo el helado?-preguntó mi hermana, y todos asentimos.-Pepe, acompañame.
Fuimos a la cocina, ya sabía que ahí no tenía escapatoria.
-Ahora sí, ¿qué pasó? Parecía que habías visto un muerto.
-Nada.-mentí.-
-Pedro, a mi no.
-Uff... fuimos a comprar el helado, nos encontramos a Paula... yo estaba abrazado a Martina. Pensó cualquiera, porque encima iba a salir a cenar con ella, y le cancelé a último momento.
-Ah, vos sos estúpido; queres estar con Paula pero andas abrazado con una de tus ex, te pegaría.
-¿Qué culpa tengo yo? Ni sabía que iba a estar justo en el Grido.
-Pero no va en eso, vos queres estar con ella, no tenes porqué andar abrazando a otras, en esta estoy de su lado.
-Gracias, esperaba tu apoyo.
-¿Apoyo? A ver como arreglas esto ahora.
-No sé, encima... ni quiere ir al campamento.
-¿Por?
-Le pidió un tiempo al novio.
-De verdad sos estúpido, le pide un tiempo al novio, y vos se la devolves así.
-No sé que hacer.
-Y no, acá siempre recurrías a Mateo.
-Encima... tenías que verle la carita que puso cuando se estaba terminando de maquillar y escuchó que me tenía que ir.
-¿Por qué no te quedaste?
-Poco más que me amenazaste Camila, ¿que culpa tengo yo?
-Es verdad, pero ahora me dio lastima.
-¿No es que no la bancas?
-No tiene nada que ver, a mi también me molestaría. Vamos que estamos demorando mucho ya, si queres mete alguna excusa que tenes que ir.
-Va a quedar horrible.
-Dale estupido.
Volvimos con el helado y los platos, y Camila les dijo que yo me tenía que ir, porque me había surgido un inconveniente de último momento. Disculpándome, salude y me retiré hacia la casa de Paula, tenía que arreglar las cosas.
Toqué timbre en su casa, pero estaba seguro de que no me iba a abrir.
-¿Quien?-escuche su voz del otro lado del portero eléctrico.-
-Pau..
-Ándate, no te quiero ver.-me interrumpió.-
-Abrime, necesito que hablemos.
-Yo no quiero hablar con vos.
-Pau, dale, por favor.
-No quiero.
-Amor, ¿quién es?-escuche una voz de hombre a lo lejos.-
-Deja Paula, mejor me voy. Te sirvió perfectamente está excusa para volver con tu ex por lo visto, que seas feliz.
-Chau Pedro.
No sabía a dónde ir, no tenía ganas de ir para casa, no iba a volver a la casa de mi hermana, ¿visitar a Mateo? Era imposible; ¿a buscar a mi sobrina? Ya era tarde también. Terminé yendo a la costanera, no había cosa que me relajara más que estar ahí, mirando el agua y escuchando música. 
No entendía cuando se había desmoronado todo, en qué momento me había empezado a gustar una compañera de trabajo, que tenía novio.
Todos esos pensamientos terminaron en Mateo, siempre derivaba todo en él; me iba a costar asumir su ausencia.
Ya con un poco de frío, me fui a mi casa, pero antes pase por un veinticuatro horas a comprarme un helado y chocolate, a veces estaba bueno bajonear así; con la panza llena, corazón contento, bah, no tan contento, me fui a dormir, mañana sería un nuevo día, con una nueva reunión, otra vez tenía que ver a Paula; si es que iba. Aunque sinceramente, no tenía ni ganas de verla, no era rencoroso, pero si me había molestado mucho lo que había hecho. Me tiraba culpas a mí, y terminaba volviendo con su novio. Ya no la entendía.

Bueno... 10 comentarios y mañana tienen otro. Gracias por leer.

10 comentarios: