No entendía mucho, pero la abracé, tampoco le estaba haciendo mal a nadie.
Cuando estuvo en mis brazos rompió en llanto, no comprendía bien que era lo que pasaba.
-¿Mejor?-pregunté cuándo nos separamos.-
-Si, gracias y perdón.
-No tenes que agradecer, mira Pau, a mí me gustaría que hablemos.-me miró atenta y proseguí.-Vos habrás notado un cambio desde las primeras reuniones hasta estás últimas que mi actitud cambió; estoy más colgado, más bajón, porque tuve una pérdida importante en mi vida y eso me lleva a ser un poco intolerante con algunas situaciones o no confiar mucho en las personas. Aquel día en la casa de Mati, yo no estaba bien y como te acabo de decir, no confío mucho en las personas. Sé que vos no tenes la culpa y que lo único que quisiste hacer es preocuparte por mí como yo lo hice recién, por eso mismo te vuelvo a pedir perdón, y espero que nuestra relación pueda cambiar y ser un poco mejor.
-Pepe, yo... no sabía. Perdóname vos a mi, sabes que en cualquier momento que necesites podes confiar en mí para hablar. No te voy a mentir y decir que no me molestó que me hayas respondido así ese día, porquee importa lo que les pasa a mis compañeros, compartimos mucho tiempo juntos, que si uno está mal, por más que sean dos, tres días que nos conozcamos, me importa. Ahora recién te sumas al grupo; pero seguramente después terminemos siendo un grupo más unido, donde todos nos cuidamos, pero ahora que me contas esto te entiendo, y no te juzgó, no, para nada. Y te vuelvo a decir, cuando necesites contas conmigo para lo que sea, de verdad.
-Lo agradezco, y lo mismo digo. Estoy seguro que con el correr del tiempo y de los campamentos vamos a afianzar todos la relación y va a terminar siendo un gran grupo. Sobre todo porque ahora volvemos el lunes, y ya el viernes salimos de nuevo con otro.
Ahora, aprovechando, ¿queres contarme lo que te pasó?-dije mientras me sentaba y ella me imitaba.-
-Nada grave, un poco de extrañar, un poco de maquinar.-dijo, algo dentro de mi no le creía pero no insistí.-
-Te entiendo, me pasa igual. Pero en algún momento nos vamos a acostumbrar.
-Supongo que si, yo todavía no logré hacerlo; siempre fui muy apegada a mis afectos.
-Pero, ¿hace cuanto que trabajas de esto?
-No mucho, dos años. Con el tiempo me voy a ir haciendo, y acostumbrando. Por ahora no lo logré. ¿Vos? ¿Hace cuanto trabajas de esto?
-Un poquito más, tres años y medio.
-Vos estabas en otra agencia, ¿no?-asentí.-¿Se puede saber por qué te fuiste?
-No hay un motivo puntual.-mentí.-
-Para tomar una decisión así y abandonar un grupo por otro tiene que haber motivo.
-Acá están.-dijo Micaela.-Los estábamos buscando chicos.-me salvó la campana, creo.-
-Acá estamos. Estábamos hablando un poco y tomando aire, que está lindos.-respondí.-
-Si, hablando.-dijo Micaela irónicamente.
-Hablábamos en serio boluda.-dijo Paula poniéndose sería.
-Claro, y yo con Matías no me chape.
-¿CÓMO QUE TE CHAPASTE A MATÍAS?-dijo Paula alterada.-
-Está loca está piba.-dijo Micaela mirándome.-Cuando entra en confianza ya actúa así, como es realmente y no hay quien la pare.
-No evadas el tema. ¿Cuando pensabas decirme eso?
Yo miraba divertido la situación, mientras que Matías no entendía nada, porque recién había llegado.
-¿Qué pasó?-preguntó Matías.-
-Felicitaciones.-dije golpeando su espalda mientras iba camino a la cabaña.-
Seis y media de la mañana desperté con el sonido del celular uno de los chicos de fondo.
-¿Ya tenemos que levantarnos?-preguntó Paula con voz de dormida.-
-Eso parece.-respondí.-
-Quiero seguir durmiendo.-dijo Micaela.-
-Vamos, arriba que tenemos que estar con todas las pilas y empezar con todo el día, porque es largo.-nos dijo Matías, quién entraba a la cabaña.-
-¿Dónde estabas vos?-preguntó Paula.-
-Me desperté antes que sonara la alarma y me fui a cambiar.
-¿No puedo dormir hasta las siete?-preguntó Micaela.-
-¿Por que pusieron la alarma tan temprano?-se quejó Paula.-
-¿Son así de quejosas e infumables siempre que se levantan temprano?-le pregunté a Matías.-
-Si.-respondió el con cara de sufrimiento.-
-Se calman los dos, y se van afuera así nos podemos cambiar.-nos echó Paula.-
-Déjame levantar primero.-le pedí.-
-No, dale Pedro.
-¿Y si no me quiero ir?
-Te vas a ir igual.-se metió Micaela.-
-Infumables.-dije riendo mientras buscaba mi ropa.-No demoren, si en quince minutos no salieron, las venimos a buscar.-expresé antes de cerrar la puerta.-
Lo único que voy a decir es 1. Espero que les guste. 2.Paciencia.
5 comentarios y mañana subo capítulo.
Me encanta como va tomando forma la historia!!!
ResponderEliminarMe gusto,infumables como toda mina je @rociibell23
ResponderEliminarSe comienzan a acercar me encanta!
ResponderEliminarQue lindo! Por fin Pepe es más bueno jajajaja
ResponderEliminarAmo leer a esta hora q se q no falta tanto para leer el otro... La amo jajajaja.
ResponderEliminar@natiamorporpepe