-Si mi amor, ¿por?
-Estás medio callado.
-Estoy disfrutando del lugar, y la paz que hay acá.
-No sé por qué no te creo.
-Créeme entonces.
-Hay algo que me estás ocultando.
-Para nada amor.
-¿Seguro?
-Sí. Veni, dame un beso.-la acerqué hacia mi y la besé profundamente con el ruido del mar de fondo.-
-Te quiero mucho, gracias por estas vacaciones.
-Sabes que te mereces esto y más. Paula vos me salvaste, me sacaste de ese pozo donde estaba y no quería hablar con nadie, y eso te lo voy a agradecer toda la vida. Me ayudaste y me ayudas todos los días a seguir; yo sé que a Mateo le hubiera gustado verme así, saliendo adelante, con alguien que me quiera de verdad y me cuide la forma que vos lo haces. Hoy, acá, con las estrellas y el mar de fondo te prometo quererte y cuidarte siempre, prometo dejar de lado las peleas tontas, prometo no dejarte nunca, porque me haces bien y quiero hacerte bien. La propuesta anterior fue medio de golpe, así que después de haberte dicho todo esto.. Paula, ¿queres ser mi novia?
-Pepe, me dejaste sin palabras, de verdad. Sos lo que siempre busqué. Si te cuido es porque te quiero, porque quiero verte bien; obvio que quiero ser tu novia, no había necesidad de preguntarlo de nuevo. Yo te prometo lo mismo, fidelidad, amor y cuidarte siempre, a pesar de todo. Lo de las peleas podemos tramitarlo igual.-reímos los dos.-Te quiero mucho.
Nos besamos nuevamente y nos quedamos abrazados mirando el mar.
Estuvimos ahí largo rato sentados en la arena, disfrutando el uno del otro, no necesitábamos nada más que a nosotros mismos; ahora sí no me arrepentía de nada, ni siquiera de todo lo que había expresado hacía unos minutos.
Había abierto mi corazón y expuesto mis sentimientos, cosa que odiaba pero en este caso no era así, nunca me había sentido tan a gusto demostrando algo.
La conocía hace poco, si, pero de verdad nada iba a hacer que me arrepintiera. La mire y pude ver que se estaba durmiendo sobre mi pecho así que decidí que era hora de volver al hotel.
-Paupi.-le acaricié el pelo.-
-¿Qué pasa?-dijo con la voz adormilada.-
-¿Vamos yendo? Te estás durmiendo.
-Es que me relaje.
-Por eso, vamos y dormimos en el hotel.
-¿Puede ser una foto antes?
-Mmm... mañana con luz.
-No. Ahora con el flash del celular.
-Bueno está bien.
Le besé la mejilla y ella apretó el botón del celular para que una luz fugaz nos ilumine y tome captura de ese momento.
-Somos muy lindos.-dijo mirando la foto.-
-Yo más, mándamela después, ahora sí vamos yendo.
-Si no queda otra.
Muy a pesar de las ganas de quedarnos que teníamos, nos levantamos y emprendimos camino al hotel, para poder descansar.
Ya nos quedaban pocos días en este paraíso y las ganas de irnos eran cero, pero las de disfrutar eran mil.
Cuando llegamos a la habitación nos cambiamos, lavamos los dientes y nos acostamos.
-Buenas noches Pepe.
-Buenas noches Pochi.
-¿Puedo dormir en tu pecho?-me preguntó cuál nena inocente.-
-Dale.-me acosté boca arriba y la recibí entre mis brazos.-Pero no me toques el pezon.
-¿Por qué?
-Porque se irrita.
-Déjame tocarlo, no puedo dormir sino.
-Ok.-suspiré.-Buenas noches.-besé su frente, y me entregué al sueño.-
Después de dos meses volví. Espero que les guste y que comenten🙏🏼