Me fui a mi casa, luego de ordenar el cuarto donde había dormido y al llegar le mandé mensaje a Paula, era la única persona que podía lograr calmarme.
-"Paupi, si podes veni, te necesito."
Su respuesta por suerte no se hizo esperar, demoro tan solo unos segundos en responder: "Pepe, ¿qué pasó? Salgo del súper directo para ahí."
Decidí darme un baño, relajarme, estaba demasiado pasado de revoluciones.
-Pepe, ¿qué pasó?-me preguntó Paula mientras me abrazaba, yo me largue a llorar como un nene.-Eu, vení, vamos a sentarnos.
Creo que estaba descargando todo lo que tenía guardado, con Pau era una de las pocas personas con las que me permitía sentirme así de vulnerable, sabia que no tenía por qué avergonzarme.
-Gordito, ¿estás mejor?-me preguntó mientras acariciaba mi pelo.-
-Gracias.
-No tenes que agradecer, ¿qué pasó?
-Ayer me dieron una carta, que Mateo me había escrito.-vi como me miraba sin entender.-No sé cómo reaccionar todavía ante lo que leí, mi mejor amigo, el que yo consideraba hermano, diciéndome que se cortaba, diciéndome que le gustaban los hombres, pero aún así, seguía con mi hermana.
-Pepe...
-Tranquila, sé que no debes ni saber que decir, y te entiendo, porque yo estoy así, no sé qué pensar, no sé cómo reaccionar. De solo pensar que si mi hermana se entera de eso le rompería el corazón; me dan ganas de revivirlo y matarlo, pero no, es mi amigo, y lo entiendo en parte. Por otro lado, me vivía diciendo cosas a mi, y terminó haciéndose lo mismo, y yo no estuve ahí para impedírselo, para hacerlo entrar en razón.-volví a estallar en llanto.-
-Ya está Pepe, ya pasó, no podes cambiar el pasado.
-Pero no es eso Paula, ya sé que no puedo cambiar el pasado. Si lo pudiera cambiar, mi amigo no estaría muerto.-dije enojado.-
-Para un poco.-y si, se enojó ella también.-Lo de Camila, si se entera, se entera. Vos no tenes porqué decírselo, ni porqué ocultárselo, porque si se entera que vos lo sabías, ahí si, va a estar mal y peor, se va a enojar contigo; y dudo que quieras eso. Yendo a lo otro, ¿vos te cortabas?-ante lo último que dijo, me di cuenta de que le había confesado eso.-
-Ya sé, pero es mi hermanita, se va a terminar enterando tarde o temprano.-esquivé su pregunta.-
-Pedro.
-¿Qué?
-Mírame a los ojos y respóndeme, ¿vos te cortabas?-agarró mi cara entre sus manos y me obligó a mirarla.-No tenes que tener vergüenza conmigo.
-Sí, cuando era más chico.
-¿Por qué lo hacías? No era salida de nada.
-Ya lo sé, pero lo hacía, simple como eso.-si había cosas que odiaba era que me preguntarán sobre eso.-
-No es respuesta eso Pedro.
-No me gusta hablar de esto.
-Quiero ayudarte.
-Es algo del pasado.
-¿Me vas a decir que en momentos así no te dan ganas de hacerlo de nuevo?-golpe bajo, muy bajo.-Eso no queda en el pasado.
-Paula, si vas a hablar de esto, sabes dónde está la puerta.
-Uff... a ver, cambiemos de tema entonces. ¿Queres que cocinemos algo?
-No tengo hambre.
-Tenes que comer, mañana nos vamos, dale, cámbiame la carita.-dijo mientras me daba besos en el cuello.-
-Dale, vamos.-dije al tiempo que me levantaba y la tomaba de las manos para que ella también se pare.-
-¿Torta? ¿Almuerzo?
-¿Vos ya almorzaste?
-Sí, pero puedo comer de nuevo contigo.
-Mmm... prefiero hacer algo de merienda.
-Pero tenes que alimentarte.
-Algo de merienda, después cenamos bien y mañana, sabes cómo voy a comer en punta.-la agarre de la cintura y diciéndole esto último en el oído, logrando producirle escalofríos.-
Volví, ahr. Espero que les guste.