sábado, 25 de febrero de 2017

Capítulo 41

Cuenta Paula:

No solo que me había cancelado la cena a último momento, por un llamado, sino que también lo había visto en la heladería con una pendeja. Si quería tener alguna excusa para estar con esa chica ni era necesario que me cancelara una cena, no podía entender, no podía creer que era igual a todos los demás. Le había pedido un tiempo a mi novio por él, y terminaba haciéndome esto, está bien, no éramos nada pero tampoco faltarme el respeto de tal forma, mínimo un poco cuidarme; encima, había metido a su hermana en todo el lío, de verdad, increíble.
Para completar mi pésimo día, o noche... se apareció Diego en el departamento, y después Pedro, quién escuchó que Diego estaba allí y se fue después de decirme varias cosas.
-De verdad, no entiendo que queres.-le dije a Diego.-
-Estar contigo, entenderte, saber que te pasa.
-Diego, a ver cómo te lo digo, agradezco todos los momentos que pasamos juntos pero ya no siento lo mismo de antes.
-¿Hay un tercero?
-No.-claramente que mentí, y él se dio cuenta.-
-Dale, ¿hay tercero o no?
-¿Tanto queres que te admita que sos cornudo?
-Necesitaba terminar de confirmar mis sospechas, lo que si no entiendo por qué, si lo único que intenté hacer siempre era hacerte feliz y darte todo lo que vos querías.
-Es que ni yo puedo entender el por qué me pasó esto, me gustó otra persona. Perdón.
-¿Puedo saber quién es?
-Mmm... preferiría que no.
-¿Por qué?
-Porque no te interesa, querías saber si eras cornudo, listo te dije que si. Más de eso no voy a hablar.
-Merezco saber quién es.
-No.
-Sabes que si, igual tengo mis sospechas.
-Quédate con tus sospechas porque no me interesan.
-¿Es Pedro? ¿Con tu compañero?
-No sé, no te voy a responder.
-¿En serio me cambiaste por eso?
-Eso, como le decís vos tiene nombre, y creo que merece que lo llames bien. Él no tiene la culpa.
-¿Que no tiene la culpa?
-No, en todo caso acá la única culpable soy yo.-si, me había lastimado pero no iba a permitir que mi ex lo basureara de tal forma.-
-Si él no hubiera aparecido, nosotros ahora estaríamos en perfectas condiciones y no separándonos, además, convengamos que el no puso resistencia para estar contigo.
-La que estaba en falta era yo no él.
-Él si tuviera un poco de respeto no hubiera estado contigo sabiendo que tenías novio.
-Ni te conocía Diego, déjate de joder. Si queres buscar un culpable, acá estoy, soy yo.
-No me entra en la cabeza que lo defiendas, de verdad que no logro entender. Pero bueno, si es lo que vos elegís.
-Perdón, que se yo. Se dieron así las cosas.
-Todo bien, mejor me voy, no te molesto más. Que sean felices.
Ni dos minutos pasaron de que dijo eso, que ya estaba saliendo por la puerta principal. Ojalá se cumpliera lo que había deseado, pero era tan complicado, sobre todo porque ahora, andaba con otra; pero... ¿para que había venido a mi casa? Ahora me dejaba la duda, y necesitaba sacármela, por suerte, teníamos reunión al otro día, y podría aprovechar para hablar ahí... si él no se negaba, obvio.

10 comentarios y mañana tienen otro

jueves, 23 de febrero de 2017

Capítulo 40

-¿Todo bien Pedro?-preguntó mi tío.-
-Ehh... si si, todo bien.
-Quedaste pálido, ¿qué pasó?
-No, nada.
-¿Traigo el helado?-preguntó mi hermana, y todos asentimos.-Pepe, acompañame.
Fuimos a la cocina, ya sabía que ahí no tenía escapatoria.
-Ahora sí, ¿qué pasó? Parecía que habías visto un muerto.
-Nada.-mentí.-
-Pedro, a mi no.
-Uff... fuimos a comprar el helado, nos encontramos a Paula... yo estaba abrazado a Martina. Pensó cualquiera, porque encima iba a salir a cenar con ella, y le cancelé a último momento.
-Ah, vos sos estúpido; queres estar con Paula pero andas abrazado con una de tus ex, te pegaría.
-¿Qué culpa tengo yo? Ni sabía que iba a estar justo en el Grido.
-Pero no va en eso, vos queres estar con ella, no tenes porqué andar abrazando a otras, en esta estoy de su lado.
-Gracias, esperaba tu apoyo.
-¿Apoyo? A ver como arreglas esto ahora.
-No sé, encima... ni quiere ir al campamento.
-¿Por?
-Le pidió un tiempo al novio.
-De verdad sos estúpido, le pide un tiempo al novio, y vos se la devolves así.
-No sé que hacer.
-Y no, acá siempre recurrías a Mateo.
-Encima... tenías que verle la carita que puso cuando se estaba terminando de maquillar y escuchó que me tenía que ir.
-¿Por qué no te quedaste?
-Poco más que me amenazaste Camila, ¿que culpa tengo yo?
-Es verdad, pero ahora me dio lastima.
-¿No es que no la bancas?
-No tiene nada que ver, a mi también me molestaría. Vamos que estamos demorando mucho ya, si queres mete alguna excusa que tenes que ir.
-Va a quedar horrible.
-Dale estupido.
Volvimos con el helado y los platos, y Camila les dijo que yo me tenía que ir, porque me había surgido un inconveniente de último momento. Disculpándome, salude y me retiré hacia la casa de Paula, tenía que arreglar las cosas.
Toqué timbre en su casa, pero estaba seguro de que no me iba a abrir.
-¿Quien?-escuche su voz del otro lado del portero eléctrico.-
-Pau..
-Ándate, no te quiero ver.-me interrumpió.-
-Abrime, necesito que hablemos.
-Yo no quiero hablar con vos.
-Pau, dale, por favor.
-No quiero.
-Amor, ¿quién es?-escuche una voz de hombre a lo lejos.-
-Deja Paula, mejor me voy. Te sirvió perfectamente está excusa para volver con tu ex por lo visto, que seas feliz.
-Chau Pedro.
No sabía a dónde ir, no tenía ganas de ir para casa, no iba a volver a la casa de mi hermana, ¿visitar a Mateo? Era imposible; ¿a buscar a mi sobrina? Ya era tarde también. Terminé yendo a la costanera, no había cosa que me relajara más que estar ahí, mirando el agua y escuchando música. 
No entendía cuando se había desmoronado todo, en qué momento me había empezado a gustar una compañera de trabajo, que tenía novio.
Todos esos pensamientos terminaron en Mateo, siempre derivaba todo en él; me iba a costar asumir su ausencia.
Ya con un poco de frío, me fui a mi casa, pero antes pase por un veinticuatro horas a comprarme un helado y chocolate, a veces estaba bueno bajonear así; con la panza llena, corazón contento, bah, no tan contento, me fui a dormir, mañana sería un nuevo día, con una nueva reunión, otra vez tenía que ver a Paula; si es que iba. Aunque sinceramente, no tenía ni ganas de verla, no era rencoroso, pero si me había molestado mucho lo que había hecho. Me tiraba culpas a mí, y terminaba volviendo con su novio. Ya no la entendía.

Bueno... 10 comentarios y mañana tienen otro. Gracias por leer.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Capítulo 39

-Pau..-dije cuando corte.-
-Anda.-me interrumpió.-
-Déjame explicarte.
-Tranquilo, anda, yo me voy a dormir.
-Es temprano para dormir.
-¿Te importa?
-Dale, no te enojes.
-No me estoy enojando, la verdad me pone muy feliz que me cancelen a último momento.-y vi su mirada triste, desilusionada.-
-Pau.-intenté acercarme y se corrio.-No me quiero ir y que te quedes mal.
-No estoy mal, anda, Camila te necesita.
-Te juro que lo que menos quiero es irme.
-No jures.
-Pau.
-Basta Pedro, tu hermana te necesita.
-Perdóname.
No me respondió y fue directamente a abrirme la puerta del departamento, sin decir nada salí, al llegar abajo, la quise saludar pero se corrió.
-Chau Pedro.
No entendía por qué siempre tenía que pasar algo, no podíamos estar bien del todo nunca.
Fui todo el camino pensativo, no quería perderla, pero ni novios éramos y ya peleábamos todos los días.
Toqué timbre y me abrió Camila.
-Hola.
-Epa, que humor hermano. Tengo visitas que seguro te van a alegrar.
Fuimos al comedor de su casa y me encontré con mis tíos, prima y una amiga de esta última que vivía con mis tíos prácticamente desde antes que se fueran a vivir a Estados Unidos, ya era una más de la familia.
-Ey, ¿como están?-pregunté abrazándolos uno por uno.-
-Pedrito, todo bien. ¿Vos?-preguntó mi tío.-
-Todo bien. ¿Ustedes dos? Me imagino que no tienen novio.-les dije a mi prima Candelaria y su amiga Martina.-
-¿Celos primo?-preguntó Cande.-
-Mmm..
-Perdón que interrumpa la charla, Pedro, anda a comprar helado.-casi que me obligó mi hermana.-
-No te molestes.-dijo mi tía.-
-¿Alguien me acompaña?
-Martina va contigo.-dijo mi prima.-
-Vamos.-atinó a decir Martina.-
Le robé las llaves a mi hermana y fui con Marti hasta el Grido.
-¿Y? ¿Algún novio?-le pregunté.-
-No Pepe.
-Así me gusta.-la abracé por los hombros.-
-¿Vos?
-Solito.-mentí, o tal vez no.-
-Que raro.
-Me separé hace un tiempo.
Cuando cruzamos por uno de los banquitos de la heladería me encontré a Paula con una chica, supuse que era amiga, yo no podía tener más suerte, me había visto.
-Hola, de nuevo.-la saludé.-
-Hola.-fue lo único que dijo y después se dirigió a la chica que la acompañaba.-¿Vamos Yani?
-Pau, para necesito hablar contigo.-intenté frenarla.-
-Pedro, no tenemos nada que hablar.-y se fue.-
-¿Tu ex?
-¿Eh?-dije después de mandarle un mensaje a Paula, seguro había pensado cualquiera.-
-Digo, si es tu ex.
-Ah, no. Una amiga.
-Que le parece que no le gustó nada que estuviéramos abrazados.
-Es raro... Después tendré más tiempo para contarles y vas a entender. ¿Que gustos?
-Mmm.... dulce de leche granizado, o menta.
-Genial.
Hice el pedido, pagué y volvimos a la casa.
-¿Estaba muy lleno?
-No, pero nos encontramos con una amiga de Pedro.-dijo Martina.-
-¿Amiga?-preguntó Camila.-
-Si, historia larga.
-Bueno. La cena ya está así que, vamos sentándonos.
Nos sentamos a la mesa, a comer, no podía creer que mis tíos estuvieran de nuevo en Argentina, los había extrañado, eran como mis segundos padres.
En el medio de la cena me llegó la respuesta de Paula.
"Ahora entiendo, claro, Camila; meter a tu hermana.. No puedo creerlo de vos. Que seas feliz Pedro."

10 comentarios y mañana subo otro.

Capítulo 38

-Creo que nos quedamos dormidos.-le dije cuando nos despertamos.-
-Creo que si.-reímos.-
-Igual, nada más lindo que dormir una siesta contigo.
-Deja el chamullo.-dijo riéndose.-
-Bueno, dejo el chamullo, te invito a cenar.
-Mmm... no quiero invadir ni salir envenenada.
-Epa, que feo, encima que te invito a cenar.
-No tenes pinta de cocinar.
-Igualmente, no iba a cocinar, era salir a comer.
-Tengo que cambiarme, no puedo ir así.
-¿Por que? Si estás hermosa, lo que si, ponete algo de ropa.
-Estupido.-me pegó.-La ropa que tengo es re crota.
-Dale, estás bien así, ¿después venis?
-No. Cena y después a casa, no me voy a quedar.
-¿Por que?
-Vamos despacio Pepe.
-Pero...
-No vamos a discutir de nuevo por lo mismo, vamos despacio ¿si?
-Bueno, está bien, pero por lo menos anda al campamento.
-Ah, ¿es una cosa u otra?
-Y....
-Es que no sé, después veo y te digo.
-¿Queres darte un baño?-le pregunté.-
-Mmm... tendría que, pero tengo solo la ropa interior esa.
-Ponete la misma.
-No seas asqueroso.
-Bueno, no te pongas nada.-me reí.-
-¿Ves por qué tengo que ir a casa?
-Pero no quiero que te vayas.-la abracé.-
-Vengo en seguida.
-Y si me baño yo, ¿y te acompaño a tu casa?
-No me voy a perder.
-Ya lo sé pero quiero estar contigo todo el día.
-Bueno, anda a bañarte dale.-me dijo.-
-¿No queres ayudarme?
-No, dale anda que tengo hambre.
Me bañe lo más rápido que pude, y cuando salí Pau ya estaba lista para ir a su casa.
-Agarro mis documentos y vamos.-le dije.-
Tal como le dije, agarré los documentos y bajamos, fue ahí cuando caí que Pau estaba con su auto.
-¿Te sigo con mi auto?-le pregunté con la esperanza de que me dijera de ir con ella.-
-Dale.
Vivía dentro de todo cerca así que no demoramos tanto en llegar a su departamento por suerte.
-Me baño y vengo, si queres prendé la tele, no sé.
-Tranqui que espero, no te demores.
-Haré el intento.-me besó.-
Se fue a bañar, mientras que yo la esperaba sentado en su sillón y pensaba un poco, definitivamente Paula tenía razón, estaba demasiado pensativo, pero... ¿yo era así? 
Media hora después, Pau se apareció en el living con una toalla en la cabeza y maquillajes en la mano.
-Me pinto, me peino y listo. ¿Estoy bien así?
-Si Pau, vamos a comer, tampoco es que vamos a un castillo.
Estaba muy concentrado en mirar como se maquillaba cuando mi celular comenzó a sonar.. era Camila.
-Hola.-atendí, si, habíamos limado asperezas por así decirlo.-
-Pepe, necesito que vengas a casa.-dijo rápidamente.-
-No puedo Cami, ¿qué pasó?
-Necesito que vengas, tengo que contarte algo.
-¿No puede ser después?
-No, necesito que vengas ahora.-miré a Paula, y me la encontré mirándome atenta.-
-En serio, no puedo ir ahora.
-¿Que es más importante que tu hermana?
-Camila no empieces, decime por acá dale.
-Necesito que vengas Pedro, y ya organicé para cenar, dale. No me falles.
-¿Que tan importante es para que necesites que vaya? 
-Muy.
-Bueno, pero no puedo.
-Pedro dale, ¿que te cuesta venir? Es importante y muy urgente en serio. Si vos venis, juro no hacer pasar más momentos malos a Paula.
-Pff... es que si voy ni vas a necesitar cumplir eso, porque chau todo.
-Ahh... entiendo, estás con ella. Pero no importa, Tenes que venir.
-Fua, me terminas ganando por cansancio.
-¿Venis entonces?
-Si, más te vale que sea urgente e importante como dijiste porque estoy cancelando una cena.-dije y Paula me miró automáticamente como queriendo matarme, si, la que se me venía.-

Bueno, espero les guste, gracias por leer.
10 comentarios y mañana tienen otro.

martes, 21 de febrero de 2017

Capítulo 37

-¿Vamos a pelear siempre que estemos juntos?-pregunté.-
-Sos vos el que se enoja, no sé que decís.
-Y vos la que está a la defensiva siempre.
-Nada que ver Pedro.
-Dale, ¿vas a decir que no?
-Si, voy a decir que no.
-¿Ves? Ya estamos peleando de nuevo. ¿Nunca vamos a poder estar bien sin peleas?
-No sé.
-¿Nunca vamos a poder estar mimosos sin tener un problema? Siempre algo pasa, y sinceramente yo ya me cansé.
-No es mi culpa.
-¿Que importa de quién sea la culpa? Si estamos los dos siempre a la defensiva ¿de que sirve? Si no es mi hermana, es Diego. Siempre un tercero.
-Pedro, vos sos el tercero acá.
-¿Soy el tercero? Bien, ya sabes dónde está la puerta.
-Pedro.
-Pedro ¿qué?
-No te enojes.
-¿Vos me estás hablando en serio?
-Si.
-Primero me tiras en la cara eso y ahora me decís que no me enoje. Bien.
-Hablé sin pensar.
-Con un "hable sin pensar" no arreglas nada.
-Dale afloja.-me abrazó.-
-No.
-¿Me perdonas?-dijo rozando nuestros labios.-
-No sé, vas a tener que hacer mérito.
-¿Y cómo podría empezar?-dijo al ver que estaba aflojando.-
-Mmm... tendría que pensarlo.
-¿Y demoras mucho? Digo, en pensar.
-Ah, ¿estamos en viva?
-Estoy viva.
-Te haces la chistosa y la tenes que remar.
-Ay sorry él, que sigue ofendido.
-Tarada.-me reí.-
Se acercó y me dio un beso el cual seguí, odiaba que me pudiera tanto, me había tratado de ser el tercero, todo, y aún así caía en sus redes de nuevo.
-¿Qué pasa que estás tan con cara de pensativo?-preguntó cuando nos separamos.-
-Que odio que me puedas tanto.
-¿Sabes que me pasa lo mismo? Me convences de lo que sea fácilmente.
-No exageres.-reímos.-
-Hablo en serio, bobito.
-¿Qué onda con Diego?
-No sé, le pedí un tiempo.
-Ósea que técnicamente estás sola.
-Algo así.
-Y si yo ahora te empiezo a besar, y pasa a algo mayor ¿no estarías engañando a nadie?-pregunté con algo de vergüenza.-
-Ponele.-se reía.-
-¿De que te reis?
-De vos, de tu vergüenza.
-Ey.
-¿Qué?
-¿Qué es eso de reírse de mi?-le empecé a hacer cosquillas.-
-Cosquillas no.
-¿Besos si?-dije mientras la besaba, y ella sin separase asintio.-
Así empezó todo, ese beso desembocó en nosotros dos
en mi cama, demostrándonos cuanto nos queríamos, aunque aún no nos hubiéramos dicho, ese famoso "te quiero", disfrutábamos de estar juntos, o por lo menos yo disfrutaba. Nunca nadie me había hecho experimentar tanto sentimiento junto, nunca nadie me había hecho sentir lo que Paula si.
Me sentía querido, me sentía pleno cada vez que estaba con ella.
-Definitivamente estás muy pensativo.-dijo ella recostada en mi pecho.-¿Qué pensabas?
-Que nunca me sentí tan bien con alguien, de verdad. Me haces sentir único.
-Vos me haces sentir única a mi, cada vez que estamos juntos.
-Vos sos única. Gracias por todo, de verdad.-me miró sin entender.-Solo eso, gracias.
Nos quedamos en silencio hasta que ella nuevamente lo cortó..
-Pedro..
-¿Si?
-Quiero decirte algo.-buscó mi mirada, y cuando la tuvo, al ver mi cara de atención prosiguió.-Te quiero.
-Yo también te quiero Pau, y mucho, más de lo que puedas imaginar.-la besé.-

Perdón que ayer no subí, era el cumple de mi hermana y lo me dio el tiempo.
10 comentarios y mañana subo otro.

domingo, 19 de febrero de 2017

Capítulo 36

-Al fin terminamos.-dijo Paula después de unas dos horas de reunión.-
-Esto nos pasa por no habernos juntado antes.
-Es verdad.
-Bueno chicos, yo me tengo que ir.-dije y Paula me miró raro.-
-Dale, yo también me tengo que ir.-dijo Mica.-
-Salgamos todos juntos entonces.-propuse.-
Después de dejar todo ordenado, nos fuimos todos cada uno por su lado a buscar el auto.
Cuando llegué a este le mandé un mensaje a Paula: "Venite en tu auto."
Siguiendo lo que le había dicho, fue prácticamente atrás de mi hacia mi casa, al llegar, estacionamos y subimos a mi departamento.
-Hola de nuevo.-dije mientras la abrazaba y me daba un beso.-
-Hola.-dijo totalmente boba.-
-¿Ahora si me vas a decir que te pasa y por qué no queres ir al campamento?-dije al separarme.-
-Es que.... le pedí un tiempo a Diego.-y me sorprendió.-
-¿Estás mal por eso?-me daba miedo su respuesta.-
-No, o si. No sé.
-Veo que estás muy segura de tu respuesta.-dije entre risas y la vi a ella sonreír-Por lo menos te saque una sonrisa, eso es bueno, creo.
-Si, siempre lo haces.-me dijo sincera.-Es que, no sé cómo explicarte, lo extraño pero al que necesito hoy por hoy es a vos.
-Es bueno saber eso, que me necesitas, que lo extrañas a él no tanto.
-Bobo, te estoy hablando en serio. No sé que hacer.
-Mira, yo te diría que te quedes conmigo, pero... es algo que tenes que decidir vos. 
-Perdón, lo que menos quería era confundirme.-se la veía arrepentida.-
-En resumen, no queres ir al campamento para no verme a mí tampoco y así poder pensar un poco bien a quien queres, ¿no?
-Si y no.
-¿Cómo sería eso? No te entiendo Pau.-la charla ya había tomado un clima tenso.-
-No quiero ir porque no me siento con la energía como para animar a nenes chicos. No sé que me pasa la verdad. Pero si de hay algo que estoy segura es que me haces bien y no quiero dejar todo por acá.
-¿En resumen?
-No quiero ir al campamento porque siento que no voy a lograr estar a la altura de ustedes, y que estoy segura, quiero estar contigo y no con Diego, por más que lo extrañe. 
-Pau, si yo pude, vos podes.
-Es distinto.
-Dale, anda, ¿me vas a dejar solito? Mira que me pueden secuestrar.-dije dándole besos en el cuello.-
-No seas exagerado.-la escuché reír.-
-Yo no soy exagerado, dale Pau, te va a ayudar a distraerte. Acá seguro te quedas sola, maquinando.
-Pero...
-No acepto peros, ¿me prometes que vas a ir? 
-No sé.
-Entonces, si vos no vas, yo no voy.
-Pepe, dale no me hagas esto.
-Hacerte, ¿qué?
-Esto qué haces, me manipulas, me podes.
-Yo no te hago nada, vos te lo haces sola. Mira, si hay algo que aprendí, es que no te podes quedar encerrado y solo, deja que te quieran, deja que todo fluya. Si pasan las cosas son por algo.
-Gracias, pero no sé. ¿Puedo pensarlo?
-No, quiero que me digas y me prometas que vas a ir.
-No sé, no quiero hablar de eso ahora.
-¿De que queres hablar?
-De nada, quiero besos. ¿Es mucho pedir?
-Hagamos una tregua.
-A ver, decime.
-Vos vas al campamento y te doy todos los besos que quieras.
-No es justo que me manipules así Pedro.-me dijo haciéndose la enojada.-
-Ay ella se enoja.
-Dale tarado.
-Dame vos los besos.
-Ahora no quiero.
-Histérica.
-¿Perdón?
-¿Qué?-dije aguantándome la risa.-
-¿Que dijiste?
-Que sos una histérica.
-Ah no, eso no te lo voy a permitir. Ahora menos voy a ir.
-Dale, anda.
-No.
-Bueno, no vayas.-dije enojado.-

Espero que les guste, gracias por leer y por los comentarios siempre.
8 comentarios y mañana tienen otro..

sábado, 18 de febrero de 2017

Capítulo 35

Cuenta Paula:

La verdad que últimamente no la estaba pasando muy bien, extrañaba a Diego, necesitaba a Pedro.
Se acercaba otro campamento y mis ganas y energías no sabía dónde habían quedado.
Hoy teníamos reunión para preparar todo y sinceramente, no tenía ni ganas de ir al campamento.
"Acuérdense que tenemos reunión."-mandó Matías al grupo.-
-¿A qué hora?-pregunté.-
-En media hora Paulita.-me respondió Micaela y casi entro en crisis.-
-¿Como qué en media hora? Tiene que ser broma.-mandé un audio casi gritando.-
-No grites, qué hay gente que recién se está levantando.-mandó Pedro un audio con voz de dormido, lo que me dio mucha ternura.-
-Apuren.-dijo Micaela.-
Lo más rápido que pude me bañe, me puse ropa cómoda, comí algo, y salí volando hacia la agencia.
-Al fin llegas.-dijo Matías.-
-Exagerado, me hiciste asustar.-dije después de que me fijé la hora y vi que solo había llegado cinco minutos tarde.-Además, me decís a mí y Pedro ni llegó.
-Si llegó.-lo busqué con mi mirada.-Fue a buscar hojas.-me explicó al verme.-
Me senté en la silla que estaba al lado de Pedro, justo ahí me tenía que tocar. Después de unos minutos apareció Pedro.
-Fuiste a fabricar las hojas boludo.-se río Micaela.-
-No encontraba, vos te olvidas que dentro de todo soy nuevo acá.
-Hola.-dije.-
-¡Pau! No te había visto, perdóname.-me dijo sonriéndome mientras besaba sentidamente mi mejilla.-
-Que raro que se saludan tan alegremente ustedes.-dijo Mica.-
-Una vez que no estamos peleando.
-Por eso, viven peleando.
-Empecemos.-dijo Pedro queriendo salir del tema.-
-Dale.-dijo Matías-¿Qué podemos hacer?
-Yo necesito hablar con ustedes de este tema.-dije.-
-¿Que pasó Pau?-preguntó Mica.-
-No sé si voy a ir.
-¿Eh? ¿Por qué? ¿Estás bien? ¿Pasó algo?-dijo Pedro rápido.-
-¿Que tanta preocupación? Si hubiera pasado algo no estaría acá.-dijo Matías riéndose.-
-No pasó nada, necesito relajar, no tengo ánimos para ir al campamento.
-¿Por? ¿Te sentís bien?-me dijo Pedro y yo le hice una mirada cuasi asesina.-Perdón, es que,  es raro que vos siempre estás arriba y ahora allá abajo. Sabes que podes contar para lo que sea con nosotros.
-Si, lo sé, gracias. Bueno, ahora sí, empecemos.
Rato después, por no decir, hora después me sonó el celular, un mensaje, de Pedro, no entendía nada.
"¿Tenes ganas de ir a casa después?"-¿que le decía?-
Guardé el celular para enfocarme nuevamente en los proyectos, mientras sentía la mirada atenta de Pedro.
-La vas a ojear si la seguis mirando.-le dijo Matías a Pedro riéndose y yo me acomodé el pelo incomoda.-
-Es que me da intriga como llegó a producirse así y estar acá solo cinco minutos tarde.-la arregló.-
-Somos mujeres Pepe.-dijo Micaela.-
-Es verdad.
-¿Podemos tomarnos un recreo?-pregunté.-
-Dale, ¿quieren café?
-No, gracias.-dijimos al unísono con Pedro.-
-Yo si.-dijo Mica.-
-Ahora te traigo.
Quedamos Mica, Pepe y yo en el salón donde estábamos, los tres con los celulares.
-¿Y? ¿Venis o no? Deja de clavarme el visto.-me llegó otro mensaje de Pedro, al mismo tiempo que lo veía hacer puchero y yo largue la carcajada; era un tarado.-
-No sé Pepe.
-¿Por? ¿Tiene que ver con que no quieras ir al campamento? ¿No me queres más? ¿Ya te aburrí?
-¿Vos te sentís bien? ¿Lees las pavadas que pusiste?-le mande medió enojada.-
-Te re cortaste de golpe, que sé yo, capaz te arrepentías de esto
-No, Pepe, no me arrepiento. Pero deja de mirarme así porque vos te vas a arrepentir si ellos dos se dan cuenta.
-Son amigos Pau, además no aguanto, estás demasiado linda como para no mirarte.
-Toma Mica.-le dio el café.-Ah veo que están todos concentrados en sus celulares.-reímos los tres, y seguido a esto, le respondí a Pedro.-
-Gracias, pero por más que sean amigos, quiero esperar un poco. Ni terminé con Diego.
-¿Y cuando lo vas a hacer? No me gusta compartirte.
-Después hablamos.
-¿Venis a casa entonces?-sabía que no iba a cansarse hasta conseguir que fuera.-
-Si voy, ¿me abrazas?
-Ey, obvio que si. ¿Segura que estás bien?-un poco se me empañaron los ojos, pero lo pude controlar.-
-Si, después hablamos en tu casa.-mandé el último y propuse seguir.-

Espero que les guste. 10 comentarios y mañana o el lunes tienen otro.

jueves, 16 de febrero de 2017

Capítulo 34

Diez y media de la noche, estábamos cenando entre risas. Por suerte el enojo a Paula por mi reclamo se le había pasado.
-¿Cuando es el próximo campamento?-pregunto Paula.-
-No hables de trabajo por favor.-le dije.-
-Creo que la semana que viene.
-¿Afloja en está época?-pregunté porque hacían dos semanas que no teníamos campamentos.-
-Y.. un poco.
-¿Por?
-Porque los colegios que trabajan con nosotros, en está época no les gusta ir, pero no sé bien por qué.
-Que rompe que son.
-Si, o sino mandan a otros.-dijo Paula.-
-Es que somos muchos grupos en la agencia.-dijo Matías.-
-Si, es verdad eso, cuando me contrataron me contaron que eran como diez grupos.-conté.-
-¿Jugamos a algo?
-¿A que?-pregunté.-
-Algún truco, o algo de eso.-dijo Matías.-
-Bueno, ¿voy a buscar las cartas?-pregunté.-
-¿Queres que vaya yo, y vos mientras buscas el postre?-dijo Paula mirándome cómplice.-
-Dale, ¿sabes donde están?-le seguí la corriente.-
-Sí.
Me fui a buscar la torta que había traído Micaela, con los platos y todo; cuando volví Paula todavía no había vuelto.
-¿Fue a fabricar las cartas?-preguntó Matías riéndose.-
-La voy a buscar, capaz no las encontró.
-Puede ser.
Fui hasta mi cuarto y la encontré a ella sentada con el mazo de cartas en la mano.
-¿Encontraste?
-Si.
-¿Por qué no fuiste entonces?
-Porque te estaba esperando. ¿Tanto demoras en llevar una torta?
-Sí.
-Pero te estaba esperando.
-Ah ¿si? ¿Para?
-Quería darte un beso. ¿Está mal?-rodeo mi cuello con sus brazos.-
-No, no está mal, pero dale porque van a sospechar.
Acortó la distancia que había entre los dos y me besó, obviamente que respondí a ese beso.
Nos separamos y fuimos al comedor con los chicos de nuevo.
-¿Encontraron las cartas?
-Si, se me habían ido atrás del ropero boludo.-me reí.-
-¿Eh?-se río Matías.-
-Si, eso. Porque las guardo en uno de los cajones del ropero que me sobra y se ve que se cayó.
-Tu casa es un desbole, más que tu vida.-dijo Matías riéndose, me había creido.-
-Totalmente.-me reí yo también.-
 -A ver si dejan la charla para después. ¿Jugamos?-dijo Micaela.-
-Sí, dale. ¿Conga o truco?
-Mmm.... ¿conga en parejas?-sugirió Paula.-Mujeres contra hombres, claro.
-Si, porque ustedes dos quedan solos sino.-se rió Matías.-
-Igual parejas no quiere decir, novios. 
-¿Y a que te referías?
-Hombre y mujer.
-Ah, bueno como quieran.
-Me da igual.-dije.-
-Si, a mí también.-dijo Paula.-Mujer contra hombres en parece muy común, no sé. Pero como quieran ustedes.-miró a Matías y Micaela.-
-A mi me da lo mismo. Decidí vos Mati.-dijo Micaela.-
Al final terminamos jugando, Micaela y Matías, contra Paula y yo; obviamente que ganamos con Pau.
Cuando culminó el juego, decidieron irse.
-Ah, pero alto chupon tenes en el cuello.-le dijo Micaela a Paula, cuando a esta última se le corrió el pañuelo que tenía puesto.-
-Ni me hables de eso.-dijo enojada.-
-¿Diego?-preguntó Micaela y yo solté la carcajada.-¿Vos de que te reís?

Espero que les guste.... 10 comentarios y mañana tienen otro.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Capítulo 33

-Deja de decir pavadas, de verdad que es lo único que estás haciendo desde que empezamos a hablar.
-¿Sabes qué? Prefiero irme. ¿Queres un tiempo? Ok. Nos vemos. Cuando te decidas, llámame.-y se fue dando un portazo.-
Cuando se fue lo primero que hice fue llamar a Pedro quien enseguida me atendió.
-¿Vos queres que yo te mate a vos?
-¿Yo? ¿Que hice?
-No te hagas el desentendido, tremendo chupon me dejaste en el cuello. Te voy a matar.-escuche que se río.-
-¿Estás segura que no fue tu novio?
-Pedro, no fue él. Te voy a matar de verdad.
-Yo no hice nada.-estaba tentado y me irritaba más eso.-
-¿PODES DEJAR DE REÍRTE?-dije gritando.-
-Epa, para no me grites. Posta que yo no fui, o capaz si, pero no me di cuenta. Perdón. Escucha, ¿queres venir a comer a casa? Bah, si no te tienen secuestrada. Viene Mica y está Mati.
-¿Matías escuchó la conversación?-lo mataba.-
-Ey ¿por qué tan alterada? Se fue a comprar pizzas.
-Más te valía.
-Y si escuchaba ¿que?
-Te mataba, fácil.
-Bueno, ¿venís o no?
-Hablo con Micaela y te digo.
-¿Para asegurarte si viene?
-Para hablar con ella. ¿No puedo ahora?
-No.
-Dale bobo.
-Te extraño, veni.
-Chamullero, recién volví de tu casa.
-¿Y? ¿No te puedo extrañar?
-No.
-Pues, que lastima, porque te extraño igual. Veni, dale. Si es necesario te voy a buscar.
-No te voy a molestar, por eso voy a hablar con Mica, para ir juntas.
-A mi no me molestas, a Mica si.-se rio.-
-Me haces sentir mal. Te odio.-reí.-
-Ay ella. ¿Venis y dejas que te busque yo?
-Puede ser.-odiaba que me pudiera tanto.-
-Tenes media hora para estar lista.
-¿Solo media hora Pedroooo?
-¿Tanto demoras en vestirte? 
-Me tengo que bañar, arreglarme. No puedo ir así nomas.
-Sos linda de todas formas.
-Deja el chamullo, chau. Nos vemos.
-Chau, y no es ningún chamullo.
Cortamos y prácticamente salí corriendo a bañarme, era tan literal a veces que seguramente ahora también lo fuera. 
Nunca en mi vida me había bañado tan rápido, creo... El problema que rondaba a mi ahora, era ¿qué me ponía? Me terminé decidiendo por un short de jean, una remera y crocs, ni tan arreglada, ni tan desarreglada.
Me puse un poco de maquillaje, el pelo así nomas y cuando termine con todo estaba sonando, definitivamente, estaba siendo literal.
Bajé y me lo encontré con una remera distinta a la que tenía hoy, y un jean negro bien justo.
-Hola.-dije.-
-¿Hola? ¿Así me vas a saludar?
-Si.
-¿Ni un beso?
-Pedro, estamos en la puerta de mi edificio.
-¿Y?
-Si me ven me puede traer problemas.
-¿Más problemas que el chupon?-se rio.-
-Si.
Subimos a su auto, y arrancó camino hacia su casa, pero como siempre, se salía con la suya; en uno de los semáforos me besó, igual, no me molestó para nada.

Cuenta Pedro:

-A ver cabeza, ¿qué pasó?
-Paula.
-Explayate más.
-Estuvimos juntos ayer, hoy estuvimos a punto de nuevo pero apareció Camila, cortó todo y encima empezó a decir cualquier idiotez... nos peleamos mal.-si, se había vuelto mi confidente.-
-¿Que le pasó a tu hermana?
-No sé, no se banca a Paula.
-Aparte de lo de tu hermana, no puedo creer que hayas estado con Paula, más de su parte que por vos.
-¿Tan feo soy?-reí.-
-No, sos facha más que Diego, pero tiene novio y ella siempre fue una mina fiel.
-Hasta que llegó Pepito.
-¿Pasó algo más?
-No, eso. Pero creo que me están pasando cosas con ella. Me molesta hasta que hable de Diego.
-Estás hasta las manos.
-Puede ser.-dije un poco tímido.-

Espero les guste. Gracias por leer. 10 comentarios y mañana subo otro.

martes, 14 de febrero de 2017

Capítulo 32

-¿Por eso tengo que hacer yo lo mismo?
-Mínimo que me dejes ser, y probar.
-Pedro estoy intentando cuidarte.
-Me estás sobreprotegiendo dirás...
-¿Queres que te deje en paz?
-Si, necesito que dejes que me equivoque, pero que si es necesario después estés ahí, apoyándome. ¿Pido mucho?
-Si.
-¿Me estás hablando en serio?-dije con un dejo de dolor.-
-Si.
-Pensé que me ibas a apoyar en esta.
-Suerte Pedro. Te llamo para que me abras abajo.
Se levantó y se fue... cuando llegó abajo me llamó para que le abriera como había dicho.
No entendía que le había picado, no bancarse a Paula cuando ni la conocía. Definitivamente, todo lo que había dicho antes, se aplicaba a todos menos a Camila.
Se suponía que tenía que bancarme, o mínimo darme la certeza de que si caía ella iba a estar ahí.
"Pau, ¿llegaste?"-le mandé un mensaje, no me había avisado nada y me tenía preocupado.-
-Pepe, perdón que no te avise, llegue junto con Diego y no pude agarrar el celular....-¿qué necesidad tenía de decirme que estaba con él?-
-Ah, ok.-me había molestado demasiado lo de Diego.-
-¿Todo bien?
-Sí, te dejo que no quiero que tengas problemas por mi culpa.
-Ya empezas, nos hablamos Pedro.-ya se había enojado.-
 Decidí agarrar una lata de cerveza y llamar a Matías... necesitaba una opinión masculina de todo esto.

Cuenta Paula:

Me fui de la casa de Pepe medio dolida, no entendía que le había hecho a su hermana.. fui todo el viaje pensativa, tenía que hablar con Diego, necesitaba distancia.
Cuando llegué a casa, vi que estaba Diego bajando de su auto, lindo cuestionario se venía seguramente.
-Hola amor.-me dijo cuando estuvo a mi lado.-
-Hola... ¿subimos?
-Dale.
Subimos en silencio, aunque por suerte se lo veía de buen humor. Mientras subíamos me llego un mensaje de Pedro, que lograron cambiar mi humor, para mal... 
-¿Agua?-le pregunté cuando ya habíamos llegado al departamento.-
-No gracias, quiero que hablemos.
-¿Hablar de qué?
-De qué hacías ayer afuera de tu departamento tan tarde.
-No te interesa.
-Soy tu novio, claro que me interesa.
-No tenes por qué saber todo.
-Y vos no tenes por qué ocultarme las cosas qué haces.
-No sos mi padre Diego.
-Soy tu novio.
-Si, pero no quiere decir que tengas que saber todo.
-Y por ejemplo, ¿por qué tenes un chupon en el cuello el cual no te hice yo, tampoco tengo que saberlo?
-No se de qué hablas.-dije nerviosa, iba a matar a Pedro.-
-No te hagas la tarada Paula. ¿Quién te hizo ese chupon?
-Ahhh esto que tengo acá, es alergia.-dije después de que me mire el cuello. Iba a matar a Pedro sin dudas.-
-¿Paula te piensas que yo soy idiota? ¿Con quien me estás engañando?
-No te estoy engañando con nadie Diego, ¿podes confiar en mí?
-Claramente que no. Ayer hasta tarde en un lado que no me queres decir dónde, hoy te apareces con un chupon.
-¿Me estás hablando en serio?
-Si Paula.
-No puedo creer, se supone que las relaciones se basan en la confianza.
-Y bueno...
-¿Sabes que? Me cansé.
-¿Vos te cansaste? ¿Que dejas para mí?
-Juro que no te entiendo.
-Yo a vos menos.
-Prefiero que nos tomemos un tiempo hasta que confíes en mí.
-Claro, esta discusión te viene perfecta para terminar todo e irte con el otro.
-¿De que otro hablas Diego? Sos el único en mi vida.
-Parece que no tan único..
-Ni amigos hombres tengo, bah, solo Matías.
-¿Y ese tal Pedro? ¿Te pensas que no vi como se miraban?

Espero que les guste... 10 y mañana tienen otro

lunes, 13 de febrero de 2017

Capítulo 31

La película ya había pasado a segundo plano, ahora los besos se hacían protagonistas de la situación.
Lentamente le fui sacando la remera que tenía puesta y ella acariciaba mi espalda por dentro de la que tenía yo puesta; cuando estábamos por dirigirnos a mi cuarto el timbre interrumpió todo..
-La puta madre, ¿quién viene ahora?-dije visiblemente enojado.-
-Ey, tranquilo, anda a fijarte.-dijo colorada.-
-¿Yo? 
-Sos el dueño de la casa.-tenía razón.-
-¿No te animas a abrir?-le pedí casi suplicando.-
-¿Seguro?
-Por favor.
-Bueno.-dijo sin entender, mientras se iba y yo entraba al baño a mojarme la cara.- 
Minutos después, salí del baño y me encontré a mi hermana con cara de mala en una punta y a Paula con sus cosas puestas a punto de irse en la otra.
-Hermanita, no te esperaba.
-Se nota.-se limitó a decir.-
-Pepe, yo me voy.-me dijo Paula.-
-¿No te queres quedar y cenamos los tres?
-No, gracias. Tengo que volver a casa.
-Dale, quédate.
-En serio Pepe, no puedo.
-Si se tiene que ir no le insistas.-dijo mi hermana y yo la miré mal.-Perdón si te molestó.-le dijo a Paula.-
-Todo bien, ¿me abrís?
-Vamos.
La acompañé hasta abajo y antes de que se fuera la abracé fuerte.
-No le des bola a mi hermana, ¿si?
-Todo bien Pepe.
-Mmm... avísale a tu cara que cambio de segundo a otro.
-De verdad, todo bien, no es por ella.-se notaba que estaba mintiendo.-
-No me mientas, no le tenes que dar bola. 
-No te miento.
-No vamos a llegar a un acuerdo así que, dejémoslo ahí.
-Me voy, gracias por la tarde hermosa.-me abrazó más fuerte.-
-Cuando quieras se puede repetir.-vi cómo sonrió.-
-Encantada.
-Avísame cuando llegues.-la vi asentir.-Chau, que llegues bien.-la besé.-
Luego de que se fue, yo subí y ahí estaba mi hermana aún mal humorada.
-¿Se puede saber que te pasa?-le pregunté un tanto enojado.-
-No me pasa nada.
-A mi no Camila, te conozco como si fueras la palma de mi mano.
-No me banco a tu amiguita.-dijo con ironía.-
-¿Que es ese tonito irónico?
-Que no me banco a tu amiga, y hablo con el tono que quiero.
-¿Qué te hizo para que no la banqueta? Si ni la conoces.
-Enamorar a mi hermano, teniendo novio.
-Uno, no estoy enamorado; dos, es tema de ella si tiene novio o no.
-Pedro estás dejando que juegue contigo, no aprendes más.
-No la conoces para decir eso.
-Se nota que por lo menos sé sacar las intenciones que tiene contigo, no como vos que solo miras por el lado de la belleza.
-No sabes nada de lo que estás hablando, podes no bancartela pero no la conoces para hablar así de ella.-le dije enojado.-Madura de una vez, y acepta que yo puedo estar con quien quiero y no te voy a andar pidiendo permiso.
-Nadie te dice que me pidas permiso, pero mínimo haceme caso. Estás ciego Pedro.
-Y si estoy ciego, ¿qué?
-Vas a salir lastimado.
-Estás hablando como si yo estuviera con ella y nada que ver Camila.
-¿Qué hacía a esta hora en tu casa?
-Es mi compañera de trabajo.
-Ah... mira vos, no sabía que con los compañeros de trabajo se chapaba... Si yo no llegaba terminaban teniendo relaciones, ¿te pensas que no me di cuenta como estaban?
-Es mi vida no la tuya.
-Entende que te quiero cuidar.
-Ya estoy grande para que me quieran cuidar.-le dije, me indignaba que dijera tanta idiotez junta.-
-Bueno, después cuando estés llorando por los rincones no me busques, yo te lo advertí.
-Dame la oportunidad de que me de contra la pared, si es todo como vos decís, pero te puedo asegurar que nada que ver. Ella fue la única que me banco con el tema Mateo.
-Y si, la que está cuando estás mal y después aprovecha.
-Te levantaste con ganas de decir idioteces hoy.
-Pedro, abrí los ojos
-Vos abrí los ojos.
-Veo que no vamos a llegar nunca a una misma opinión.-se levantó y se puso una camperita.-
 -¿Te vas a ir?
-Sí, no tengo más ganas de pelear. No puedo creer que estés defendiendo a una pendeja.
-Créelo porque es así. La estás matando, ¿te pensas que me voy a quedar callado?
-Pensé que los hermanos se decían la verdad.
-Yo pensé que se apoyaban en todo; en las buenas y en las malas. Pero con tu actitud me estás demostrando que no es así.
-Me duele que digas eso, soy una de las pocas que te sigue dando para adelante con el tema Mateo.
-Si, porque estas igual o peor que yo. ¿Crees que yo no me di cuenta de lo que pasaba entre ustedes? Y nunca dije nada.

Espero que les guste...
10 comentarios y mañana tienen otro....


domingo, 12 de febrero de 2017

Capítulo 30

-Pau.-no sabía qué decirle.-
-¿Queres complicarte o no?-repitió, era ahora o nunca.-
-Vayamos despacio, por favor.
-¿Eso es un si?
-Es un, vayamos despacio. No quiero que ninguno de los dos salga lastimado, ¿si?-acaricie su cara.-
-Si.
-Espero no fallarte, ni que me falles.
-Espero no lastimarte, ni que me lastimes, aunque sé que jamás lo harías.
Sonreí y le di un beso tierno, dulce, cuando nos separamos quedamos con nuestras frentes pegadas.
-Espero que algo una vez en la vida me salga bien.-susurré antes de besarla nuevamente.-
-Confiemos Pepe, confiemos.-dijo al tiempo que nos abrazábamos.-
Estuvimos un rato abrazados, hasta que le propuse mirar una película.
-¿Qué queres mirar?-le dije cuando estábamos sentados.-
-No se Pepe; lo que quieras.
-Dale, decime una, no sé que te gusta.
-Cualquier cosa, terror, acción, no sé.
-Terror no.-dije, odiaba esas películas.-
-¿Qué pasa? ¿Te dan miedo?-se me estaba prácticamente riendo en la cara.-
-Si.-dije sincero.-
-Es una película nada más.
-Parezco yo la mujer y vos el hombre.-reí por el tono afeminado que usé.- 
-Sos un tarado.-reímos los dos.-
-Pongo Netflix y elegimos.
-Dale.
Puse Netflix y empezamos a mirar las opciones, en mis recomendados la mayoría era infantil, se notaba que lo usaba Romi.
-Ay, esa película la vi el otro día con Luca.-me dijo y la miré raro, ¿quién era Luca?-
-Tu cara Pedro.-dijo riendo.-Es mi ahijado Luca..
-¿Tenes ahijado?-le pregunté sorprendido.-
-Sí, tiene cuatro años.
-Ay, ¡que chiquito!
-El otro día, cuando nos juntamos a hablar antes que yo me fuera de vacaciones fue la última vez que lo vi.
-¿Lo llevaste al mc del Alcorta?-tenía que sacarme la duda.-
-Sí, ¿por?-dijo sin entender.-¿Me seguis acaso?-dijo graciosa.-
-Que boluda.-reí.-Fui con mi sobrina y te vi.
-¿Por qué no me saludaste?
-¿No te acordas esa charla? ¿Distancia?
-Ah, si, pero me hubieras saludado igual.
-Ufff, ¿quién entiende a las mujeres?
-Los hombres seguro que no.-me reí y la besé.- 
-Basta de besos, miremos la película, que sino vamos a terminar en otra cosa.-me dijo Pau separándose después de unos cuantos minutos donde lo único que hicimos fue besarnos.-
-¿Y si quiero lo otro?-pregunté siendo directo.-
-Pepe, dijimos despacio.
-Ya sé, pero es que, sos tan linda y revolucionas todo con un beso.
-Sos un exagerado.-me besó.-Dale miremos la peli, sino me voy.
-No, no. Quédate.-la abracé fuerte.-
-Bueno, pórtate bien entonces.
-Yo soy un ángel, no sé que decís.-me hice el santo.-
-Si, un ángel.-se río.-
-Cocodrilo, ¿te va?
-Si, dale.-se río.-
-¿Ahora de qué te reís? 
-Nada, me acordé de una situación.-estaba tentada.-
-Me gusta cuando te reís.-solté sinceramente.-No podes ser tan linda.
-No podes ser tan chamullero Pepe.-dijo haciéndome cara de hambre.-
-Ey, que te estoy hablando en serio.
-Mmm... no sé, no te creo.-dijo riéndose de nuevo.-
-Es verdad, ¿nunca te viste riéndote? 
-Sí, parezco una foca.
-Dije ver, no escuchar.
-Ah no Alfonso, ¿me estás diciendo que me río como foca?
-¿Yo? Para nada.-dije, haciéndome el que no sabía de qué hablaba.-
-Si claro, hacete el desentendido. Pone play, dale.
Puse play a la película, la cual sabía que era malísima., pero no me importaba, solo era una excusa para que todavía no se fuera.

Espero que les guste... 
8 COMENTARIOS Y MAÑANA OTRO CAPÍTULO.

sábado, 11 de febrero de 2017

Capítulo 29

Paula escribiéndome un mensaje pidiéndome perdón y queriendo verme interrumpió mi sueño, ¿se había arrepentido? Se peleaba con el novio y se la agarraba conmigo. Nunca me tendría que haber enganchado con una compañera de trabajo; en estos momentos de bronca me daban ganas de ver a Valentina de nuevo, era controladora, me engañaba pero al fin y al cabo era la única que me lograba bajar a tierra. A veces llegaba a pensar que tan mal hacía las cosas en la vida para que me pasara tanta cosa, si no moría mi mejor amigo, mi hermano de la vida, las mujeres me boludeaban; al fin y al cabo, lo único bueno de la vida era la familia, ellos sí que nunca te defraudan, podes estar peleado a muerte que si los necesitas están, en las buenas, y en las malas.
Decidí pasar el día solo, necesitaba pensar, en todo; tranquilo, sin que nadie me molestara.
¿Por qué la vida era injusta? ¿Tanto mal había hecho en la vida para que sean todas malas? ¿Me merezco todo esto? Esas eran algunas de las preguntas que pasaban por mi cabeza, de verdad no entendía por qué pasaba todo esto, y yo salía lastimado indirectamente, no entendía nada; definitivamente estaba en  uno de mis días negros, donde no quería ver a nadie, solo quería un abrazo de Mateo, abrazo el cual no iba a ser posible, me daba bronca, no podía ser posible.
Pasé todo el día tirado en la cama pensando en todo y escuchando música. Cuando sentí hambre, me levanté y me cociné unos panchos al pan, tenía hambre, pero no tanta; encima eran como las seis de la tarde, si, un anormal. Terminé de comer eso, lavé los platos y me tiré nuevamente en la cama, definitivamente era un día bajón.
La música sonaba al mango en mis oídos intentando tapar mis pensamientos, pero parecía ser algo imposible. Entre los acordes de las canciones, escuche el ruido del timbre, ¿quién venía a molestarme justo hoy que no quería ver a nadie?
Me puse una remera y fui a ver quién era.
-¿Sí?-dije por el portero.-
-Pedro.-escuche la voz de Paula.-
-¿Que queres?
-Que hablemos.
-Ándate, no quiero hablar.-le dije.-
-No seas chiquilín.
-Chiquilín, ¿yo? ¿En serio?-sí, me indignaba.-
-Sí, dale, abrime.
-Quiero estar solo Paula.-¿que era lo que no entendía?-
-Fua, sos más cabeza dura. Abrime y solucionemos eso como dos personas maduras que somos.
-Bue, dice madura la que se enoja con el novio y se la agarra conmigo.-si, estábamos peleando por el portero eléctrico, me reí al darme cuenta lo bizarra que era la situación.-
-Te quiero explicar bien, dale Pepe.
-Cinco minutos, nada más.-dije y apreté el botón para abrirle.-
-Hola.-me dijo cuando le abrí la puerta arriba.-
-Pasa.-me corri hacia un costado.-
-Permiso.-dijo pasando.-
-¿Que querías decirme?
-Necesito que me perdones en serio, no quería que termináramos así; me puse nerviosa, después de haberme peleado con Diego y necesitaba escaparme. Tengo miedo.
-Porque te pelees por tu novio no tenes por qué enojarte así conmigo. 
-Ya sé, pero te repito, tengo miedo.
-¿Miedo de qué?
-No sé, a ver, lo que estoy sintiendo por vos estos días, lo que sentí cuando me besabas, cuando estuvimos juntos, no lo sentí por nadie antes. Me sentí tan bien, tan plena, tan mujer, en tan poco tiempo que nos conocemos y me da miedo, miedo de arriesgarme y que termine mal todo, de que nos estemos confundiendo, de que nos lastimemos, de lastimarte.
-Paula, nunca te lastimaría, ni haría algo para que eso te pase.
-Ya lo sé, pero el miedo existe igual. ¿Me perdonas?
-No es cuestión de perdonar o no...
-¿Entonces?
-Pau, vos tenes novio, y no se merece para nada lo que estamos haciendo.
-Si, lo sé, pero es inevitable sentir lo que siento por vos.
-Pau, para por favor.-le supliqué, iba a terminar de nuevo a sus pies.-
-¿Y si no quiero parar? ¿Y si quiero estar contigo?
-Primero vas a tener que hablar con Diego.
-Por favor, dame una oportunidad, te juro que yo voy a hablar con Diego, pero dámela.-me dijo con lágrimas en los ojos, ya no entendía nada.-
-Veni.-la acerqué y la abracé.-¿Qué pasó?
-Pasó que me siento una estupida, estoy lastimando al hombre que me ama, que me cumple los caprichos, pero te juro que es lo que menos quiere, no se lo merece, pero no puedo evitar sentir cosas por vos, no puedo evitar comparar todos los momentos, todas las actitudes de él, contigo. Nunca nadie me había tratado como me trataste vos ayer, nunca nadie me había hecho sentir tantas cosas Pedro.
-Pau, te juro que me encanta pasar rato contigo, me pasan cosas, y tampoco había sentido nada igual antes estando con alguien pero es complicado todo, la situación también.
-Ya sé que es complicado; pero, solo necesito saber algo para seguir o irme, ¿estás dispuesto a complicarte conmigo o te abrís?-dijo mirándome a los ojos.-

Medio tarde pero lo tienen. Espero les guste.
8 comentarios y mañana (domingo) subo otro.

viernes, 10 de febrero de 2017

Capítulo 28

Cuenta Paula:

Después de una noche horrible, y de haberme peleado tanto con Pedro como con Diego, me levanté y fui a correr, para después al mediodía esperar a Yani que al final iba a venir a almorzar conmigo.
-Yani, hola.-dije cuando le abrí la puerta.-
-Pau, ¿cómo estás? 
-Bien, que se yo.-dije mientras nos sentábamos en la mesa, la cual ya tenía todo servido.-
-¿Qué pasó?
-Estuve con Pedro....
-¿Qué?-dijo prácticamente gritando.-
-Eso que escuchaste, estuve con Pedro.
-¿Cómo?-estaba shock y me causaba gracia.-
-Y.... como vos estás con tu novio, en la cama. Ya sabes Yanina.
-Tenes novio.
-Si, y lo cagué con Pedro, que termino siendo igual a todos. Caí como una boluda. 
-¿Por qué?
-Se enojó porque me fui.
-Ah sos estupida, y si, como para que no se enoje. Te lo garchaste y después plena madrugada te vas, lo que menos quería era él, era que te fueras. Yo también me enojaría; además, vos quedaste como la que consiguió lo que quería y nada más. Fuiste a su casa, te lo garchaste y después de fuiste.-viéndolo así tenía razón.-
-Pero....
-Pero nada Paula, pobre hombre. Decidite bien con lo que queres. Quedaste como una histérica. 
-Encima... después le mandé este mensaje.-le mostré el mensaje.-
-Ah no, vos te recibís de boluda Paula. ¿Te sacaste las ganas y ya no queres más nada?
-Es que... ni siquiera sé si son ganas. No puedo dejar de pensar en él, en las vacaciones, todo el tiempo necesitaba saber de él, los besos que me daba con Diego los compraba con los de Pedro, las caricias; todo.
-Paula estás hasta las manos con ese pibe.-dijo mirándome con una sonrisa.-
-No lo puedo evitar.-sonreí.-
-Tendrías que hablar con Diego y después ver si este chico te perdona, porque sinceramente te mandaste un lindo moco. Hace bien las cosas de cero Pau.
-Ya sé, pero no puedo terminar ya con Diego, recién volvimos de las vacaciones, no tengo excusa. Si yo termino con él ahora va a quedar como que me aproveché por el viaje.
-¿Y no lo hiciste?
-Mmm.... no.-lo dudé.-
-En fin, vos fíjate que hacer primero, pero si no queres que nadie salga lastimado hace bien las cosas.
-Necesito hablar con Pedro.-dije haciendo con una mueca.-
-Hacelo.
-Pero... ¿que le digo?
-Primero y principal pedile perdón, que es lo mínimo que merece.
-No me va a perdonar.-dije con miedo.-
-Paula, uno, si no te perdona es tu culpa; dos, si no lo intentas, no vas a saber.
-Emm... a ver, escribo el mensaje, te lo doy a vos y me decís si está bien.
-Okey.
"Pepe, primero que nada necesitaba pedirte perdón, por todo lo que te dije ayer, no sé que me pasó. Sé que no es excusa pero me había peleado con Diego, estaba enojada, y bue... me la agarré contigo. ¿Te podes juntar? Necesito que hablemos en persona, si, de nuevo, pero totalmente para otro rumbo va a ir."-escribí y le pase el celular a mi amiga.-
-Mándaselo, dale.-apreté el botón enviar y esperé ansiosa su respuesta.-Ahora contame qué pasó con Diego.
-Nada, nos peleamos porque me vive controlando, salí ayer a lo de Pedro y ya a las dos de la mañana me estaba llamando a ver dónde estaba y por qué no había respondido los mensajes.
-Que infumable, antes no era así igual.
-Ya sé, pero desde que conoció a Pedro y Matías está así, desconfía de todo.
-Y si, como para no desconfiar si le re das a tu compañero.-me reí, y ella iba a seguir hablando pero el sonido del celular interrumpió.-Lee dale, no sé que esperas.
"Paula, hola, que te hayas peleado con Diego no es mi culpa y no pongas esa excusa porque ahora te arrepentís de lo que dijiste. Ya me quedó claro que no queres nada conmigo, no debería haber pasado nunca nada entre nosotros, y si perdonarte y juntarnos significa que vas a jugar de nuevo conmigo, prefiero abrirme. Tenes novio, se feliz con él y no me molestes a mi."
-Te dije.
-¿Que pasó?-me pregunto Yanina, y yo le mostré el celular a Yanina, con lágrimas en los ojos.-

Espero que les guste.
8 comentarios y mañana subo otro.

jueves, 9 de febrero de 2017

Capítulo 27

-Pau...-le dije.-
-Pepe...-dijo mirándome a los ojos.-
-¿Te das cuenta lo que acabamos de hacer?-le pregunté también mirándola a los ojos.-
-Si. ¿Te arrepentis?
-No, no. No es eso.
-Si, ya sé, tengo novio. Pero no sé que me pasa, todo lo comparo con vos, sus besos, sus caricias, sus abrazos.
-Pau, estas dos semanas me hicieron dar cuenta que siento cosas por vos, y necesito que vayamos despacio, ninguno de lo dos merece salir lastimados, sobre todo Diego.
-Soy consciente de eso, y también de que a partir de hoy todo cambió entre nosotros. Yo voy a intentar hablar con Diego.
-Mmm... ese intentar no me gusta.-ella se rió y me dio un beso.-
-Es que no pudo terminar ya, y eso lo sabes. Recién llegamos de las vacaciones, queda horrible que terminé de un día a otro.
-Te entiendo, pero te quiero solo para mí.-la abracé.-
-Como dijiste, vayamos despacio.
-Si ya sé.
-¿Qué hora es?
-Muy tarde.-la abracé más fuerte.-
-Dale Pepe, en serio, me tengo que ir.
-¿Y si no quiero?
-Me voy a ir igual.-dijo entre risas.-
-No es justo.
-¿Qué no es justo?
-Que no me dejes ir, llegue hoy Pepe, necesito descansar.
-Descansa conmigo.
-Pero.
-Sin peros.
-¿Que le digo a Diego?
-Que fuiste a lo de alguna amiga, no sé.
-La voy a ver mañana de tarde.
-Dale Pau, quédate, es muy tarde para que te vayas.
-Pepeeeee.
-Porfi.-le hice ojitos.-
-Pepe.
-Dale, por favor.
-Vos mismo dijiste que vayamos despacio.-se sentó en la cama tapándose mientras que con la mirada buscaba su ropa.-
-Es tarde y te puede pasar algo, prometo que después de hoy, empezamos de cero.-tomé su mano y la empujé hacia mi.-
-Dale Pepe, déjame que me vaya.
Entre tanta pelea, y charla, la hora se nos había pasado y realmente era tarde.
-Es tarde..-iba a seguir hablando pero su celular me interrumpió.-Atendé.
-Si claro, ¿para qué me mate?-dijo mostrándome que era su novio.-Uff, voy a tener que atenderlo.-me dijo después de que Diego la volviera a llamar.-
Mientras esperaba que ella terminara de hablar, decidí levantarme a dar un baño, suponía que ya se tenía que ir; demoré poco y nada en la ducha, cuando salí Pau estaba sentada en mi cama ya vestida.
-¿Te vas?-pregunté.-
-Tengo que..
-¿Viniste en tu auto?
-Sí, tranqui.
-Ok, vamos que te abro.-dije, me molestaba que se tuviera que ir.-
Agarró sus cosas, bajamos, le abrí y se fue; cuando se quiso despedir le corrí la cara, haciendo que me de un beso en la mejilla.
Ya acostado, después de cenar, me puse a mirar una película, y recordé que me había llegado un mensaje en el medio de mi cena, debería ver que decía.
Busqué entre las sabanas mi celular, y tenía dos mensajes, ambos eran de Paula. Abrí el primer mensaje y decía lo siguiente: "Pedro, llegué bien por si te interesa saber." Apreté el otro y este decía: "Parece que conseguiste lo que querías y ya no te importa más nada, pensé que eras distinto, arriesgué la relación de Diego por vos, y resultaste ser igual que todos, ni te importó. No me busques más, desde ahora relación de trabajo, nada que no sea hola y chau. Saludos."
-No sabes nada de lo que te estoy diciendo, pero si así lo deseas, así va a ser. Espero que la próxima sepas conocerme mejor, un beso.-respondí, no podía creer los disparates que había llegado a leer.-
Sin esperar respuesta me fui a dormir, de mal humor, no entendía que había pasado.

Espero les guste. Gracias por leer y comentar siempre.
8 comentarios y mañana subo otro.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Capítulo 26

Cuenta Paula:

Último día de las vacaciones, pasamos en la playa todo el día, Cancún era un verdadero paraíso. Habíamos pasado hermoso, sin celulares ni nadie que nos molestará. Obviamente que las peleas estuvieron presentes pero nada grave de otro mundo, era todo como una luna de miel; aunque había un detalle que me tenía preocupada... Pedro. No había dejado de pensar en él en todas las dos semanas, todos los besos los comparaba con los de él, las caricias; definitivamente no estaba bien lo que me estaba pasando. Tenía la necesidad de él todo el tiempo, de saber cómo estaba, de sus abrazos, sus besos.
-Amorcito, ¿terminaste de armar las valijas?-preguntó Diego mientras me abrazaba.-
-¿Amorcito? ¿Más empalagoso no queres ser?
-No seas arisca.
-Es que te falta decirme caramelito nada más.
-Ey... ¿Estás bien?
-Si amor, pero digamos que me joden un poco esos apodos tan melosos.
-Me gusta verte enojada.
-Que divertido, ¿no?
-Si.-se rió.-
-Bueno, esto ya está. ¿Vamos?
-No tengo ganas de irme, pero vamos.
Embarcamos, el avión despegó y empezamos a hablar un rato.
-¿Disfrutaste?
-Si, gracias por pensar en mi, de verdad.
-No tenes nada que agradecer, te mereces todo esto y más. 
-Te amo.-lo besé y nuevamente se me vino Pedro a la cabeza, necesitaba verlo.-
Horas después llegamos a Argentina, había pasado hermoso pero necesitaba llegar a mi casa.
-¿Vos vas para casa?-pregunté.-
-Si amor.
-Busquemos el auto y vamos entonces.
Cuando llegamos a mi casa, dejamos las valijas y ni bien nos sentamos su celular sonó, al cortar se lo vio un poco ofuscado.
-¿Qué pasó gordo?
-El trabajo, hirieron a Marcos-el que estaba haciendo su suplencia.-y me necesitan.
-Bueno, son cosas que pasan amor, no te hagas problema.-habíamos quedado en ir a cenar juntos.-
-Me da bronca, no puede ser que ya ni bien llegue tenga que ir a trabajar.
-Sabes que puede pasar, demasiada gamba te hicieron dándote dos semanas de vacaciones.
-Ya sé, pero es molesto.
-Dale amor, anda. ¿Nos vemos mañana?
-Obviamente. Te amo.
-Yo también te amo, gracias por todo.
Nos despedimos y él se fue, era sereno, y estas cosas podían pasar.
Necesitaba ver a Pedro, ¿y si iba a la casa? Creo que demoré unos cinco segundos en decidir que hacer.
"Mañana necesito que nos juntemos, estoy por hacer una locura."
Le mande ese mensaje a Yanina, mi amiga, me cambie, me fui a lo de Pedro; cuando llegué toqué timbre y me atendió al toque.
-Pau, ¿qué haces aca?-no le respondí, y me abalancé sobre él para besarlo, me siguió el beso pero no demoró en separarse.-¿Qué haces? Veni pasa.
Entramos a su casa, nos sentamos en uno de los sillones, mientras tomábamos agua.
-¿Cuando llegaste?-me preguntó.-
-Hoy, hace un rato.
-¿Y qué haces aca?
-Necesitaba verte, tuve toda la semana la necesidad de verte, besarte, abrazarte. Te pensé toda la semana Pedro.-le dije sincera.-
-Me pasó lo mismo Pau, pero esto es imposible, vos tenes novio.
-No me importa, quiero estar contigo ahora. 
-¿Y Diego?
-Después veo que hago con él.
-Pau...
-Te extrañé.
-No quiero que salgamos lastimados.
-Te extrañé.-repetí.-
-Yo también te extrañé.
-Necesito saber que sentís vos.
-Sos una persona muy linda, pero tenes novio y no es justo para él.
-Pepe...
-Pau..
Me acerqué, y lo besé, necesitaba sentirlo, lo necesitaba a él.
Los besos fueron subiendo de tono y fue él quien tomó la inciativa de llevarme al cuarto, de a poco nos fuimos deshaciendo de nuestras prendas y terminamos en su cama, queriéndonos a escondidas.

Pus... 8 comentarios y mañana otro.

martes, 7 de febrero de 2017

Capítulo 25

Llegamos al café donde habíamos acordado, nos sentamos, hicimos nuestros pedidos y empezamos a hablar.
-Bueno Pepe, mira, la verdad que la pasó re bien contigo y todo, pero tengo novio y nuestros encuentros me están confundiendo, así que prefiero tomar un poco de distancia, por lo menos unos días. Ahora el finde me voy de vacaciones y necesito que nos distanciemos un poco, porque no le hace bien a ninguno de los dos.
-La verdad que venía con el mismo pensamiento en mente, hasta que te vi. No puedo evitar pensarte todo el tiempo, y cuando te veo, me dan ganas de comerte la boca.-me acerqué, la besé y cuando caí en lo que estaba haciendo me separe.-Perdóname, no sé que me pasó, me parece lo mejor que tomemos la distancia si.
-Nos van a hacer bien estos días para pensar en frío y ver cómo son las cosas en realidad.
-Lo sé. ¿A donde te vas?
-Cancún.
-Que lindo, que disfrutes. ¿Vas con amigas?
-Con mi novio.
-Ah, entiendo. Bueno, disfruten mucho.
-Gracias Pepe.
-Pau, me voy yendo.-dije nervioso.-Tengo que cuidar a mi sobrina.
-Salimos juntos, yo también me voy.
Nos fuimos y cada uno agarró para su lado. Antes de llegar a casa, pase por el supermercado a comprar cosas que sabía que a Romina-mi sobrina.-le gustaban, ya que se quedaba a dormir.
Minutos antes de las ocho, el timbre de casa sonó y abrí por el portero eléctrico.
-Tíooo.-me abrazó mientras le hacía upa.-
-¿Todo bien?-preguntó mi hermano mientras entraba a casa.-
-Todo tranqui, ¿vos?
-También, ¿agua?
-No, gracias, vine a dejar a la princesa y ya me voy. Acá tenes todas sus cosas.-dándome la mochila.-Mañana nos juntamos a comer en la casa de papá y mamá.
-Genial, nosotros vamos a pasar noche de sobrina y tío, nos vamos a divertir mucho. ¿Verdad?
-Siiiii.-dijo y besé su cachete.-
-Bueno, yo me voy. Chau hija, pórtate bien con el tío.-la saludó.-Chau Pepe, gracias por la gamba.-me saludó a mi y se fue.-
Merendamos, entre risas. No había nada que me gustara más que pasar con mi sobrina, me llenaba de felicidad. 
Ver a Romi me recordaba cuando yo era chico, cuando nada me dolía, podía pasar mil cosas que yo no era consciente, nada me preocupaba.
Momentos como estos me daban ganas de volver a la niñez, era tan lindo ver como lo único que hacía era reírse y divertirse hasta con lo más chiquito.
-Romi, ¿queres ir al shopping y después al mc?
-Siii, ¿podemos ir a los juegos?
-Si, vamos a ponernos un saquito.-la tome de la mano y fui con ella hasta el cuarto a buscar el sacó.-
-Tío.
-¿Qué pasa mi amor?
-¿Por qué no tengo mamá?-por suerte habíamos llegado.-
-Romi, llegamos, después hablamos de eso.-mentí.-
Nos bajamos del auto y fuimos hasta la parte de los juegos qué hay en el Alcorta. Ella estaba feliz en su mundo, corriendo para todos lados, yendo de un juego a otro. Y yo era feliz viéndola así.
-Tengo hambre.-me dijo media hora después.-
-¿Vamos al mc?
-Siii, quiero cajita feliz.
-Vení, dame la mano.
Ella hizo lo que le ordené y nos dirigimos al mc que había en el shopping.
-Una cajita feliz, y una big mac, combo agrandado, por favor.
-¿Con que juguete?
Romi eligió el juguete que prefería, yo pagué y cuando tuvimos nuestro pedido, nos fuimos a sentar a una de las mesas cercanas al pelotero.
-¿Está rico?-le pregunté.-
-Si. ¿Puedo ir al pelotero después?
-Si, obvio.
Terminó de comer y  se fue al pelotero, mientras yo terminaba mi comida; mientras estaba controlando a Romi, me pareció haber visto a Paula con un nene de unos dos años aproximadamente. 
¿Era ella? ¿Quién era el nene?


Espero les guste. 8 comentarios y mañana otro.

lunes, 6 de febrero de 2017

Capítulo 24

Cuenta Paula:

No entiendo que es lo que me está pasando, amo a Diego, pero.... Pedro me puede completamente, no me puedo estar confundiendo, no ahora.
Ver a Pedro mal, besarme con él me había movilizado completamente, es horrible lo que me pasa, pero imposible evitarlo.
-Amor, llegaste.-me dijo Diego, y me besó.-
-Si, ¿como pasaste? 
-Mal, te extrañé mucho.-me abrazó.-
-Fueron dos días Diegui.
-¿Vos no me extrañaste?
-Mmm... Si.
-Lo dudaste.-me miró extrañado.-
-No bobo, nada que ver.-mentí.-
-Mmm...
-Dale bonito, créeme. No veía la hora de llegar y estar contigo.-lo besé.-
-Te amo.-dijo y se lo vio sincero.-
-Yo también te amo bonito.-lo besé.-Dejo los bolsos y vengo a tomar unos mates, ¿lo tenes listo?
-Me extraña esa pregunta.
Reí, y fui a dejar los bolsos. No podía lastimarlo de esa forma, él confiaba en mí, pensaba en mí y yo, engañándolo con un compañero de trabajo. Besar a Pedro no se comparaba en nada con Diego, había sentido más cosas con Pedro que con mi propio novio. Tenía que frenar esto ya. 
-Amor.-me llamó.-
-Acá estoy lindo.-me senté en sus piernas.-
-Tengo algo para proponerte.
-¿Casamiento?-me reí.
-No boba, tengo unos días libres en el laburo. ¿Te van unas vacaciones?
-¿A donde?
-Mmm... ¿Cancún?
-¿Me decís en serio?-amaba ese lugar y nunca había podido ir.-
-Si, mira.-sacó de su bolsillo los pasajes.-
-Ay, te amo tanto.-lo besé apasionadamente.-
-Nos vamos el finde así que avisa a la agencia.
-Igual no tengo nada este finde.-sonreí a más no poder.-
Me iba a ir a Cancún, Diego se acordaba de mi deseo. Con esto me volvía a repetir que no lo podía haber engañando con Pedro, no se merecía eso.
-¿En que pensas?
-En lo feliz que me haces, en que amo que te acuerdes de mis sueños y deseos, en lo que te amo a vos, todo tu conjunto.
Sellamos esa sorpresa demostrándonos cuanto nos amábamos, dormimos una siesta y él después se fue porque tenía que ir a comer con amigos, y a casa venía Yanina, mi mejor amiga, habíamos quedado de juntarnos para hablar y me ayudara a aclarar mis ideas.
Me di una ducha, cocine una torta y me senté a esperar a Yani, quien no demoró en llegar.
-Amigaa.
-Ey, ¿cómo estás? Aunque te veo perfecta, ¿cuál de los dos es el causante?-me dijo mientras nos sentábamos.-
-Bien, ¿vos? Estupida, él único qué hay.
-Bien, ¿Diego?
-El mismo, me sorprendió, y me voy el finde a Cancún.
-¿Que?
-Lo que escuchas.
-¿El rata compró los pasajes? Fíjate que no los haya robado.
-Que mala sos.-dije riéndome.-
-¿Y el otro?
-No hay otro.
-Tu compañero.
-¿Pedro?-la vi asentir.-Nada, nos besamos una que otra vez.
-¿Te parece bien eso? Tenes novio Paula.
-Ya sé, y te juro que me arrepiento pero cada vez que lo tengo cerca no puedo separarme.
-Ah, eso ya es grave Pau.
-Es que es un bombón, tendrías que verlo.
-¡Paula! ¡Tenes novio!
-Es que mira.-busque una foto y se la mostré.-
-Ah, no sos ninguna idiota. Más lindo que tu novio yegua.
-Tampoco supera a Diego.
-En fin, Paula, tenes que hablar y aprovechar esos días que te vas para distanciarte y pensar bien. Tenes novio, y no está bueno lo que lo haces.
-Yo soy consciente de eso, pero cuando estoy con él me olvido de todo, al punto que me llega a confundir.
-Pau, habla con él y usa estos días para pensar.
Mi amiga tenía razón, tenía que tomarme estos días para pensar y no hablar de nada con Pedro, estaba de novia y él lo único que hacía era confundirme y sobre todo confundirse él, íbamos a terminar saliendo lastimados los dos. Mejor cortar por lo sano.
-Tenes razón.-sentencié y agarre mi celular para escribirle.-
"Mañana necesito que nos juntemos a hablar, después decime hora y lugar. Un beso, Pau."
-Ya me mande mensaje para juntarnos, ahora solo queda decir la verdad.

Bueno, lo prometido es deuda.
8 comentarios y mañana martes subo otro.

Capítulo 23

-Al fin llegaste nene.-dijo Camila al verme llegar.-
-Callate que nos demoramos, encima por mi culpa.
-Y si, a ver si adivino, el bolso.-reí porque me conocía demasiado.-Y por tu risa veo que acerté.
-Te juro que odio armarlo.-ya estábamos camino al cementerio.-
-Igual, veo que te hizo bien el campamento, te veo con otra cara.
-Algo así.
-¿Pasó algo?
-No, nada, me despejé.-sonreí al acordarme de los besos con Paula, pero... ¿por qué sonreía?-
-Tu sonrisa de idiota no dice lo mismo. Dale contame.
-Es que en serio, no pasó nada.
-Te conozco como si fueras yo, sé que me estás mintiendo.
-Ufff... ¿Viste Paula?
-Si. ¿Qué pasó? 
-Hubo algún que otro beso... pero, está mal, tiene novio y no tendría que haber pasado.
-¿Cómo que tiene novio?
-Si, pero te juro que ninguno de los dos podía parar cada vez que estábamos cerca. 
-Ay Pepito, hasta las manos estás.
-No sé, para mí que lo de Valentina, y lo de Mateo me tienen confundido, en ella encontré como el consuelo. No creo que me pase nada.
-La estás usando. ¡No se hace eso Pedro! ¡Tiene novio!
-No, ósea, cuando estoy con ella, me olvido de todo lo malo. Soy consciente de que está mal lo que hacemos, pero me puede, no sé.
-Pepe, anda despacio, no quiero que salgas vos lastimado con todo esto después.
-Intento, creo que lo mejor va a ser tomar un poco de distancia hasta aclarar mis ideas.
-Puede ser. Bueno, llegamos.
Bajamos y fuimos hasta donde estaba el espacio de Mateo, ya en el camino me empecé a movilizar y alguna que otra lagrima cayeron por mis mejillas, una vez más caía en lo que había pasado, y me daban ganas de estar en su lugar, y ser yo, él no se lo merecía.
-Te juro que te necesito tanto Mato, me hubiera gustado estar en tu lugar, daría la vida por tenerte acá, darte un abrazo, que me aconsejes, volver a los partidos de fútbol, falta el defensa del grupo.-dije ya entre lágrimas, mientras mi hermana acariciaba mi espalda, era con la única que no me daba vergüenza llorar.-
-Pepe, ¿queres que te deje un rato solo?
-Por favor.-la miré.-
-Te espero en el auto.
-Gracias.-besó mi cabeza y se fue.-
-No entiendo por qué a vos, si eras tan bueno, siempre que alguien necesitaba algo estabas ahí sin renegar, ayudándolo aunque después te faltará a vos.
Eras de las personas que siempre estaba con una sonrisa, de esos amigos que no le importaba nada y dejaba todo por el otro. Cuando me operé y te quedaste ahí, siempre al firme. La vida es tan injusta y se lleva a las personas que no debería, tanto hijo de puta haciendo pura maldad y la gente como vos que vivía para los demás, se los lleva como una ráfaga.
No te importaba si te llevabas bien o mal,  si veías a alguien bajón estabas ahí, haciendo tus chistes boludos para poder sacarle una sonrisa. Extraño tus consejos, bah, tus palabras en general, esas que me dejaban mudo, que me hacían decidirme sin dar tantas vueltas.
Me haces falta, tanta, necesito abrazarte fuerte, jugar a la play, compartir todo lo que compartimos siempre. Necesito despertarme y que todo haya sido una pesadilla, y que no te haya pasado nunca nada. Te amo hermano.
Sequé mis lágrimas, me levanté, y fui hasta el auto.
-¿Vamos?
-Vamos.-esto fue lo único que dije en todo el viaje.-Gracias por acompañarme y por traerme, en estos días armamos una cena y te cuento en que quedé con el tema Paula.
-Dale hermano, descansa que asustas ya de la cara que tenes.
-Siempre tan amorosa vos.-le pegué.-
-¿Cuando va a ser el día que me veas y no me pegues?
-Mmmm-pensé.-Nunca.
-Te odio.
-Yo también.-le volví a pegar.-
Después de despedirme de mi hermana subí a mi departamento, donde seguí pensando un rato más.
Y pensándolo en frío, si, debía tomar distancia de Paula, pero, ¿cómo?

We no es tan alegre justo para hoy pero bueno.
8 comentarios y EN UN RATO subo otro.

domingo, 5 de febrero de 2017

Capítulo 22

"¿Me acompañas al cementerio?"-le escribí a mi hermana.-
-Dale, ¿a qué hora llegas?-respondió mi hermana a los pocos minutos.-
-Pepe, apúrate.-me dijo Paula, nos estábamos por ir y yo no tenía nada armado.-
-Si si, ya voy. Respondo el mensaje y armo todo.-dije y le respondí a mi hermana.-No sé Cami, pero cuando esté llegando te aviso.
-Dale Pedro.-me dijo Matías.-
-Dejen de apurarme.
-Entonces metele porque tenemos que irnos, vamos a llegar más tarde por tu culpa querido.-me dijo Mica.-
-Ni que tuvieran algo que hacer.-dije riéndome.-
-Dale Pepe. Apúrate.-dijo Pau riéndose conmigo.-Te ayudo.-se sentó al lado mío.-
-Mica, vamos con los chicos.-le dijo Matías.-
-Dale.
Agarraron sus bolsos y se fueron para el lado donde estaban los chicos con sus respectivos bolsos y sobres de dormir, yo quede solo con Paula, que me estaba ayudando con mis cosas.
-Odio armar bolsos.
-Lo noté, en el campameto pasado hiciste lo mismo, pero tenes que hacerlos.
-O me consigo alguien que me lo arme.-la mire fijo, y me acerqué.-
-Pepe.-me dijo casi suplicando pero no se alejó.-
-¿No queres?-la miré a los ojos.-
-No me la hagas difícil.
-Si no queres aléjate, yo no me voy a alejar.-dije acercándome más.-
-No puedo.-me dijo.-
-No me culpes a mí entonces después.-termine con la distancia y la bese.-
El beso de a poco fue subiendo de tono y la recosté en la cama, el bolso seguía a medio armar, pero no me importaba.
-Chicos...-dijo Micaela, pero nosotros seguíamos en nuestro mundo.-Chicos.-repitió y ahí caímos en cuenta de lo que estábamos haciendo y nos separamos.-¿No iban a armar el bolso?
-Si, ya vamos.-dije con la voz ronca.-
-Bueno, no se entretengan más, en diez minutos los quiero allá con nosotros.-y se fue.-
-Sos muy linda toda roja.-acaricie su cachete.-
-Esto está mal Pepe, ¿que hablamos el otro día?
-Ya sé que hablamos el otro día, pero no puedo evitarlo, y te advertí que te alejaras si no querías.
-Soy consciente de eso, pero te me acercas y no puedo separarme, no sé que me pasa; de verdad no quiero lastimarte a vos, ni a Diego.
-Si pudiera lo evitaría, pero tengo la necesidad de besarte cada vez que te tengo cerca.-me sincere.-
-Sigamos con el bolso, porque Micaela nos va a matar.-dijo y me dio un pico, a lo que me quede sorprendido pero no dije mucho.-
-Al fin, chicos.-dijo Micaela al vernos llegar.-
-¿Que hacen tan abrazados ustedes?-preguntó Matías, y ni nosotros sabíamos la respuesta.-
-Somos amigos, ¿no podemos estar abrazados?-dijo Pau, y cuando ellos no vieron me hizo una guiñada.-
-Si, amigos..
-En serio.
-Está bien que Diego me caiga mal, pero yo que vos lo voy dejando, Pedro no podes compartir a esta mujer con Diego.
-¿Compartir de qué?
-No te hagas el bobo.
-No me hago nada, somos amigos, ella tiene novio y yo estoy recién separado. No flasheen.-la quise dejar de abrazar pero no me dejó y la mire raro.-
-Después hablamos.-dijo Pau en mi oído disimuladamente.-
Subimos todos al micro y nos sentamos, la mayoría de los chicos estaban cansados así que aprovecharon para dormir, mientras que otros iban hablando entre ellos.
-Pepe.-me llamó Pau, y me acerqué a su asiento.-
-Pau, ¿qué pasó?
-Después necesito que hablemos, ¿si?
-¿Sobre?
-Lo que me pasa.
-¿Con que?
-Con Diego, y contigo. Pero otro día, arreglamos y hablamos ¿si? No te digo hoy porque primero quiero aclarar mi cabeza.
-Si, igual hoy no podía. Quede en juntarme con Cami.-vio que su cara cambió.-Mi hermana, voy a ir al cementerio, necesito visitar a Mateo.-otra vez cambió su cara.-
-¿Como estás con eso? ¿Mejor?
-Que se yo, como se puede. Te juro que lo extraño tanto, y lo necesito, pero bueno.

8 comentarios y mañana subo el otro.
Perdonen mi ausencia, el viernes no habían llegado a 8 y ayer tuve un asado.

jueves, 2 de febrero de 2017

Capítulo 21

-¿Me podes soltar?
-¿Te podes quedar?-dije arrepentido.-Si es necesario no te hablo más.
-Ahora no quieras arreglar la cagada que te mandaste.
-No estoy tratando de arreglar nada, estoy hablándote en serio.
-¿Para qué queres que me quede? ¿Para que me digas que estás harto?
-Por lo menos yo te hablo bien.
-¿Ves que no se puede hablar bien contigo?
-Basta, me parece que tenemos que bajar dos cambios.
-Es verdad.-dijo casi en voz baja.-
-¿Te quedas?-la mire.-
-No sé, no estoy pasando bien.
-Dale, quédate.-le supliqué.-Veni vamos a dejar las cosas.-le dije, y sin decir nada fue conmigo hasta la cabaña.-
-Necesito que hablemos.-me dijo después de haber dejado todo sobre su cama.-
-¿Qué pasa?
-Veni, sentate.-palmeó la cama de ella.-
Me senté y me quedé mirándola a los ojos fijamente.
-Sinceramente, te quería pedir perdón, porque sé que no estuve bien, tenias razón; yo indirectamente saqué el tema, vos no tuviste la culpa.-dijo más calmada.-
-Te perdono, pero, no puedo dejar de pensarte, no puedo dejar de pensar en ese beso, en esa noche. Me moviste toda la estantería.-me acerqué a ella.-
-Pepe...
-Si, sé que está mal, sé que tenes novio; pero no puedo.  Tal vez sea que me separé, lo de Mateo, todo junto y estoy movilizado.
-Es lo que te pasa, y sinceramente prefiero que tomes distancia, a que siga pasando esto. No quiero lastimar a Diego, estoy enamorada de él y lo tuyo es un impulso nada más.
-No sé si es impulso o no, pero tengo muchas ganas de darte un beso.
-Pepe, de verdad. Te vas a complicar vos solo.
-¿Y si quiero hacerlo? Quiero comprobar si es impulso o no. -me acerqué más a ella.-
-Pedro, dale, en serio. No hagas que me enoje de nuevo.
No la deje hablar más que la besé, ella al principio se resistió pero después aflojó y siguió el beso a la perfección. El sonido de un celular cortó absolutamente todo y tuvo que levantarse para atender la llamada, yo me quedé acostado esperándola mientras se alejaba para hablar tranquila.
La vi entrar a la cabaña y sonreí, me gustaba mucho. Me senté y se me tiró arriba sin decirme nada, me miró un poco insegura y finalmente dio el primer paso, me besó como si lo hiciera todos los días; empezó siendo un beso tranquilo, pero de a poco fue subiendo la intensidad, y metí las manos debajo de su remera acariciando su espalda.
Estábamos los dos sin la remera y estaba a punto de bajar el cierre de mi jean, pero escuché la voz de Matías, aunque algo difusa.
-¿Qué están haciendo?
-¿Eh?-escuche de lejos la voz de Paula.-
-¿Que hacen durmiendo, en la misma cama y a la hora que tendrían que estar armando juegos?- la voz se hizo más clara cuando desperté y abrí lentamente los ojos.-
-Mmm... creo que nos quedamos dormidos.-dije con la voz ronca.-
-Naaa... ¿en serio me decis? No lo había notado.-dijo Matías irónicamente.-Levántense.-y se fue.-
-¿Que pasó?-pregunté, no entendía mucho.-
-Me di vuelta cuando terminé de hablar por teléfono y estabas dormido, a mí no me preguntes en qué momento me dormí porque ni idea, palmamos mal.-río.-
-Ah, ¿tan en paz estábamos que nos dormimos abrazados? -nos miré a los dos y nuestras remeras estaban puestas.- ¿No pasó nada más que beso?
-Fue el beso y te dormiste Pepe; ¿que va a pasar? Igual, basta de terminar así siempre, no se nos puede hacer costumbre. Tengo novio y vos estás confundido por todo lo que te pasó.
-Si, perdón.
Ella se fue a lavar la cara, y yo quedé sentado en la cama pensativo. ¿Todo había sido sueño? ¿Matías no había interrumpido nada? ¿Por que había soñado que casi hacía el amor con Paula? ¿Que me estaba pasando?

Espero les guste, 8 comentarios y mañana otro

miércoles, 1 de febrero de 2017

Capítulo 20

-¿Qué decis Pedro?-dijo casi levantándose del enojo.-
-¿Me equivoco?
-Si, te equivocas. Por un beso, el cual fue un error te pensas que me gustas. Tengo novio, te lo recuerdo.
-No teimportó mucho cuando me besaste el otro día.
-Al final no eras tan comprensivo. ¿Te olvidas de que te separaste hace días?
-No, pero, no tiene nada que ver. Estoy solo, puedo hacer lo que quiera.
-Pero no conmigo, no con alguien que está de novia y feliz.
-No se te notaba muy feliz hoy a la mañana.
-No, porque vos y Matías se encargan de arruinarme el día cada vez que hablan. 
-Se ve que anoche no te dieron.-después de decirlo me arrepentí.-
-Sos un irrespetuoso, no te banco más.-se levantó y se fue, dejándome con la palabra en la boca.-
Me quedé ahí, varios minutos pensando en lo tarado que era, no tendría que haber permitido que pasara ese beso; ese beso que movió toda mi estantería.
El día pasó tranquilo, la verdad que eran todos unos copados y buena onda, predispuestos a divertirse haciendo lo que fuera.
-¿Pepe queres té?-me preguntó Micaela a la hora de la merienda.-
-No gracias.-no tenía mucha hambre.-
-¿Sabes que le pasó a Paula que no quiso venir?-me preguntó Matías.-
-No, ni idea.-no entendía que le pasaba, se hacía las ofendida, muy fuerte.-
-Después de que volvió de hablar contigo tiene un humor horrible.-me dijo Micaela.-
-Yo no tengo la culpa.-me escudé, ahora tenía la culpa de su humor, muy fuerte.-
-Bueno.-se limitó a decir.-
Seguimos merendando sin hablar mucho y cuando terminamos fui a buscar a Paula, no entendía que era lo que le pasaba, se estaba comportando como una nena de dos años; inmadura.
-Paula.-dije cuando la encontré.-
-¿Qué te pasa?-respondió con bronca.-
-Podrías hablarme mejor.
-Dale, no jodas. ¿Qué necesitas?
-Primero, que me hables bien porque no te hice nada.
-En serio Pedro, si venis a joder poder irte por donde viniste.
-Uh, ¿te vino?
-No, no me vino. Estoy cansada de que vengas a molestar nomas, ya te dije que me tenes harta.
-Y a mí tenes harto con que te tengo harta.
-Me importa poco.
-Vine a hablar bien. Quiero saber qué te pasa.
-No me pasa nada.
-Dale Paula, no das más de orgullosa. ¿Tanto te duele que el beso te haya movido todo?
-No me duele, porque no me movió nada. ¿Tanto te crees?
-¿Te recuerdo todo lo del boliche?
-Basta con eso.
-¿Y si no quiero?
-Te vas a calmar igual, porque no das más de pelotudo recordando eso.
-¿Por qué? Pasó, eso no lo podes negar.
-No lo niego, pero es pasado. 
-Pero te gustó.
-No, no me gustó.
-Para gustar, están los besos de mi novio.
-Se ve que tanto no te gustan, porque en la primera que tuviste viniste corriendo.
-No te da la cara. Sos cualquiera chabon.
-Si mira cómo me da la cara.-intenté besarla pero se separó dándome una cachetada y yéndose.-
Después de eso, me levanté y fui hacia ella rápidamente, cuando entré a la cabaña, estaba armando su bolso.
-¿Que haces?-pregunté.-
-Me voy, no te aguanto más.
-No podes irte. Estás trabajando.
-Me importa poco, el dueño es mi tío.
-Sos una irresponsable.
-Mira vos, me importa mucho tu opinión.
-Que pendeja que sos, no te banco.
-Si no me bancas entonces deja de perseguirme.-dijo mientras salía de la cabaña con el bolso, dejándome nuevamente con la palabra en la boca.-
Salí prácticamente corriendo, hasta que logré alcanzarla y la tomé del brazo.
-....

Perdón por la tardanza. Espero les guste.
8 comentarios y mañana tienen otro